P La historia de Cyrano es un relato común en cine y teatro, ¿qué tiene esta versión de especial?
R Es un antiguo sueño de José Luis Gil, que desde que era pequeño soñaba con hacer este personaje, ahora está en su mejor momento y por fin se ha lanzado a ello. Con el elenco que tenemos, tenía que ser este espectáculo y no otro.
P ¿Qué le aporta un personaje tan televisivo como José Luis Gil a la obra, aparte de popularidad?
R No es sólo popularidad, José Luis consigue el Cyrano más humano de los que he visto. Es héroe y todos quieren ser cómo él, pero Gil le imprime el toque de humanidad que ni Gérard Depardieu. Saca el Cyrano que se esconde en lo más hondo, eso es una novedad.
P ¿Y a nivel de contenido o escenografía?
R Esta adaptación es muy fiel al clásico. Es un texto que abarca muchísimo y el director lo ha respetado mucho. Transcurre en muchos lugares, y para hacerlo más fácil de seguir han ingeniado una tarima que se transforma con luz e imágenes
P ¿Cómo llega usted a la obra?
R Para mi sorpresa, me llamaron. Es una de las mejores cosas que te puede pasar como actor. Un regalo. Tuve una entrevista, me dijeron que habían pensado en mi y me encantó la idea de hacer teatro en mayúsculas
P Su personaje, Christian, es el antagonista de Cyrano, ¿cómo se ha enfrentado a ese papel?
R Es verdad, mi personaje tiene lo único que no tiene Cyrano: el físico. Mientras que el protagonista es un soldado maravilloso con mucha facilidad para el verso y la lucha, Christian es inconsciente e intenso.
P ¿Cómo la juventud?
R Exactamente. Christian ve al viejo soldado con admiración y por eso se complementan muy bien, mi papel es muy torpe y emocional.
P ¿Una metáfora de la realidad, actor joven junto a actor veterano?
R Muy parecido. Cuando supe que José Luis Gil iba a ser Cyrano supe que quería participar en esta obra.
P ¿Ha supuesto algún reto a nivel profesional?
R Interpretar a mi personaje sí. Tengo 33 años - lo sé, no tantos, bromea- pero me ha obligado a reconectarme con el chaval que llegó a los 17 a Madrid y con esas ganas de comerse el mundo. Venía de interpretar un médico muy contenido y de repente Christian ha sido un chute de jovialidad pura y dura.
P La obra se estrenó en 1897, ¿qué tiene que ver con la realidad actual?
R Es una historia muy vigente a nivel de protesta social. Habla de no sucumbir, de no doblegarse ante los poderes. Cyrano era un personaje que no se vendía a nadie, muy íntegro. En aquella época, como hoy, lo fácil es dejarse llevar por el poder.
P ¿Qué acogida ha tenido?
R De momento muy bien, estrenamos en Valladolid a mitades de abril y hemos estado en Alcorcón, Almería, Burgos y Huelva. Queremos visitar grandes ciudades pero también acercar la obra a otros públicos.
P ¿Contento de actuar en casa?
R Es la primera vez que actúo en el TAC de Catarroja y me hace mucha ilusión llevar esta obra a mi tierra. En octubre volvemos al Olympia.
P Y una curiosidad ¿qué representa para usted la nariz de Cyrano?
R La nariz es el talón de Aquiles de Cyrano y de todos. Aquello que menos nos gusta de nosotros y, a veces, queda expuesto. El soldado no duda nunca pero cuando se enamora, teme mostrarse como es. La nariz es la inseguridad que todos llevamos dentro.
