Más que recordar su muerte, celebrarán su nacimiento. Esa es la idea del concierto que reunirá en Madrid el 2 de julio, fecha del fallecimiento de Camarón de la Isla, a sus hijos y músicos, una cita "única, honesta y natural", que será también la presentación "oficial" del grupo que han formado sus herederos.

El cantaor, nacido en San Fernando (Cádiz) como José Monje Cruz, murió el 2 de julio de 1992 en Barcelona, donde se trataba del cáncer de pulmón que padecía. Tenía solo 41 años y ya era, desde mucho antes de su fallecimiento, un icono del flamenco, de los gitanos y de la música.

Homenaje a un icono flamenco

25 años después sigue vacante su espacio, porque él es, como cualquier persona, "irremplazable" y no ha habido "ni habrá" nadie con un talento como el suyo, según explican a EFE los protagonistas de la iniciativa: Luis Monje, Jorge Pardo, Carles Benavent, Tino di Geraldo y Rubem Dantas.

Ha habido que esperar un cuarto de siglo para que se pudiera organizar el concierto "Camarón. Más allá de la leyenda" y ha sido gracias al impulso del músico Jorge Pardo, que en una reunión hace un año con la familia de Monje se lo sugirió y "todo fue saliendo naturalmente", recuerda el hijo mayor del artista, Luis (1979).

"Siempre he tocado la guitarra y, cuando hablamos del homenaje, mis dos hermanas y yo -tienen otro hermano, pero él no está en el proyecto- pensamos, 'por qué no'. Son ellas -Gema y Rocío- las que cantan", explica Luis Monje.

Esperan con una mezcla de nervios y responsabilidad la cita del 2 de julio en el Centro Conde Duque, cuyo escenario estará presidido por un "fotón" de 5 por 5 metros del artista, porque será muy emocionante, dice, "cantar por su padre" ante tanta gente.

"No sonamos como si fuera él. Es muy diferente, son mis hermanas cantando. Mi padre tenía un don, y ni nosotros ni nadie hemos sacado eso. Hacemos lo que podemos y desde el respeto mas grande. No hay comparación posible", reconoce con humildad Monje sobre la "cada vez más grande" figura de su padre.

Pardo explica que los Monje son "una gente extraordinaria, muy singular, fuera de la farándula y al margen de todos los oficios y beneficios que ha dado su cabeza de familia después de desaparecer".

Al saxofonista le pareció "de justicia moral y artística" que fuera sobre su familia sobre la que pivotara el homenaje: "Esto es algo de orden colectivo. Es una idea que nace desde abajo y no desde un despacho o desde una compañía de discos".

Organización del concierto

Hasta el Ayuntamiento de Madrid, coorganizador del concierto junto con los Veranos de la Villa, ha "obedecido" a esa "llamada natural": "La capital de España le debía un homenaje a Camarón como dios manda", subraya.

"La música de Camarón habla por sí misma y esa noche será la conjunción entre su sangre más directa y la de los que le conocimos", señala Pardo, que conoció al de la Isla cuando comenzaban las grabaciones de "La leyenda del tiempo".

Al bajo Carles Benavent (Barcelona, 1954) lo que más le gusta de este proyecto, es que "no sale de un mánager sino que es muy honesto, natural y familiar", recalca.

"Nos hace mucha ilusión estar aquí a los que hemos colaborado con él -Benavent hizo cuatro discos con Camarón- y sumarnos a ese espíritu de cariño y de verdad. La idea será pasarlo bien en el escenario y provocar la sonrisa de José en el cielo", añade.

Su recuerdo de Camarón es "muy entrañable", porque se tenían mucho cariño y para él, el cantaor era "como una bestia": "Empecé con Paco de Lucía y luego con él. Son personajes irrepetibles. Muchos nos queremos parecer pero ellos son una referencia inalcanzable", afirma.

El brasileño (Salvador de Bahía, 1954) Rubem Dantas, amigo de Camarón desde 1977, precisa que el cantaor es "la marca más importante de España, aunque no le hacen el caso que se le debe: "España es el mejor país para morirse, porque de vivo no te conoce nadie pero luego eres excelente", ironiza.

"El círculo se cierra 40 años después y es precioso para nosotros que podamos hacerlo", recalca Dantas, que recuerda que él ya intentó hacer un concierto hace un año, "pero con los políticos es muy difícil porque todos quieren protagonismo".

El francés Tino di Geraldo (Toulose, 1960), que conoció al homenajeado en la grabación del disco "Soy gitano", opina que ya entonces "era un genio", aunque no eran muy conscientes de lo que estaban haciendo.

El repertorio, subraya, sonará a fiesta, porque no se trata de "ponerse serios ni melancólicos: más que recordar su muerte celebraremos su nacimiento y cuanta más fiesta haya arriba más fiesta habrá abajo".