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La segunda 'Tercera Setmana'

Durante estos días la ciudad de València se está haciendo notar (teatralmente hablando) por la celebración de la gala de entrega de los Premios Max, que tuvo lugar el pasado lunes en el Palau de les Arts, y por el inmediato comienzo de la segunda edición del Festival Tercera Setmana (del 8 al 18 de junio).

Al hablar de la segunda edición, no puedo evitar recordar la del año pasado. Su programación sonó a aire fresco, a una explosión en la adormecida temporada habitual. Por ahí anda el mejor recuerdo. Es verdad que el neonato festival, auspiciado por la AVETID, no tiene un tema central claro, y que su nombre tiene que ver con un deseo: la tercera semana es un ideal a la hora de estar en cartel en un teatro de una ciudad donde predominan las programaciones efímeras. Pero lo importante es lo señalado. Su seña de identidad sería: darnos la oportunidad de asistir a ese buen teatro que no vemos en la cartelera habitual de València.

Por tanto, y visto de manera genérica, veo el nuevo programa sugerente y apetitoso. Es decir, la mayoría de las propuestas (27 en total) atraen a primera vista, dentro de su pluralidad (teatro, danza, circo, performance y música), cuyo mínimo común es que, parece ser, comparten territorialidad, identidad y cultura.

Quiero resaltar algunas propuestas que me llegan directamente a mis papilas gustativas teatrales, dejando claro que pueden haber sorpresas, como ocurre en todo festival, no identificadas a primera vista.

Y lo primero que necesito es rememorar «La respiración», una gran tragicomedia que nos sirvió Alfredo Sanzol en la pasada edición y que ha recibido, con razón, el premio Max a la mejor autoría. Pues bien, otra obra de este dramaturgo será la encargada de hacer lo honores de iniciar el evento. Me refiero a «La ternura», una comedia de amores posibles en lugares imposibles, que llega al Teatre Principal, hoy día 8 de junio. Apúntenlo.

Y el fin de semana se muestra muy movido. Por ejemplo, el Rialto programa «Un obús del cor», un trabajo de La Pela a partir de una de las obras más reconocidas del dramaturgo libanés Wajdi Mouawad. Todavía no se me quita de la cabeza otra de sus piezas que vimos hace unas semana en el Principal, Incendios, protagonizada por Nuria Espert. Para el día 10, la expectación se centra, sobre todo, en el Teatre Lliure. La compañía catalana estrena, en el Rialto, la obra «Dona no reeducable». Este monólogo-homenaje de Stefano Massini, protagonizado por Míriam Iscla, y dirigido por el gran Lluís Pasqual (¡Cuánto tiempo!), tiene como protagonistas a la periodista Anna Politkóvskaia asesinada por oponerse al posicionamiento ruso en el conflicto checheno.

Por otro lado, Pablo Remón vuelve a la Tercera Setmana para estrenar «Barbados etcétera», una obra inspirada en la tradición del teatro anglosajón de agrupar obras breves que comparten resonancias, temas o estilos. Ya lo dijo Harold Pinter: «el pasado es una niebla». Y más que niebla, el Centro Dramático Galego llega con el color esperpéntico de dos obras de la trilogía «Martes de carnaval», es decir, dos de las grandes piezas de don Ramón María del Valle-Inclán. De su privilegiado cráneo.

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