Las seis monumentales cabezas del escultor Manolo Valdés aguardan silenciosas el veredicto popular en el lago artificial de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Impulsada por la Fundación Hortensia Herrero, la exposición «Seis esculturas monumentales» reúne en el complejo proyectado por Santiago Calatrava seis piezas de grandes dimensiones, diseñadas por el artista valenciano: La pamela, La mariposa, La diadema, Los aretes, La doble imagen y Mariposas.

De todas ellas solo una se quedará en la ciudad y es el público la que ya puede decidir cuál. La Fundación Hortensia Herrero la comprará y cederá a València para ubicarla en la Marina, cerca del tinglado número 2.

Los valencianos y visitantes disponen de nueve urnas distribuidas por el recinto en las que podrán depositar su voto con la escultura favorita. Tan solo echar un vistazo en alguna de estas urnas daba ya una pista de los gustos más populares. La pamela y Mariposas copaban hasta ayer esta votación ciudadana, que previsiblemente aumentará significativamente a lo largo del fin de semana.

Los visitantes pasean por el entorno y se fotografían estos días con las esculturas, que se pueden valorar y votar hasta el próximo 10 de diciembre, fecha en la que las cabezas partirán hacia su próximo destino: Singapur. Todas salvo una, la que se quedará en València.

Desde la Fundación Hortensia Herrero señalaron que descartaron poner en marcha una votación online para hacer que el visitante se acercara en persona a ver las esculturas. Levante-EMV, por su parte, ha habilitado una encuesta en su página web para conocer el gusto de sus lectores. Este sondeo coincide en gran medida con los votos «presenciales». Mariposas y La pamela se sitúan entre las tres favoritas. Hasta ayer, sin embargo, despuntaba por muy poco, la escultura La diadema.

La iniciativa de la Fundación Hortensia Herrero ha contado con una gran acogida por parte del público y ya cuenta con una alta participación. De hecho, algunos usuarios han lamentado que el tramo entre el Museo Príncipe Felipe y el lago artificial en el que están las esculturas cierre a partir de las 21 horas, lo que les impide disfrutar del juego de luces de colores que se proyectan sobre tres de las esculturas de noche y rodearlas.