El Papa Francisco ha nombrado nuevo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe al mallorquín Luis Francisco Ladaria Ferrer, que hasta el momento se desempeñaba como secretario del departamento cuya función es custodiar la correcta doctrina católica en la Iglesia. Ladaria sustituye al cardenal Gerhard Ludwig Müller, que durante cinco años ha sido Prefecto desde que fuera nombrado por Benedicto XVI en 2012.

Müller tiene 69 años y fue convocado por Benedicto XVI en julio de 2012 para formar parte de la Curia romana, cuando era obispo de Ratisbona. En febrero de 2014 fue creado cardenal en el primer consistorio de Francisco. Es la primera vez que un prefecto de Doctrina de la Fe -uno de los dicasterios clave en la Iglesia católica - no es renovado de su cargo al concluir los cinco primeros años de mandato.

El sacerdote español Luis Fernando Ladaria fue nombrado también por Benedicto XVI Secretario de la Congregación en julio de 2008. Nació en Manacor (Mallorca) y estudió en la Universidad de Madrid, donde se graduó con una licenciatura en Derecho en 1966. Entró en la Compañía de Jesús el 17 de octubre de 1966. Asistió a la Universidad Pontificia de Comillas, Madrid, y a la escuela de Sankt Georgen de Filosofía y Teología en Fráncfort del Meno, Alemania.

Fue ordenado sacerdote el 29 de julio de 1973 y en 1975 obtuvo el doctorado en teología en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde fue vicerrector de 1986 hasta 1994. Juan Pablo II lo nombró miembro de la Comisión Teológica Internacional en 1992 y consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe en 1995. En marzo de 2004 fue nombrado Secretario General de la Comisión Teológica Internacional, y en 2008 fue nombrado por el papa Benedicto XVI Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

«Renovación» en El Vaticano

La decisión de «apartar» al cardenal Müller se ha producido en una semana clave para El Vaticano, en la que también se ha conocido el alejamiento, en principio temporal, de su ministro de Economía, George Pell, implicado en un caso de pederastia que sacude a la Iglesia. Se declaró inocente de las imputaciones presentadas contra él en Australia por presuntos delitos de pederastia y denunció un «ataque implacable», al tiempo que aseguraba que volverá a Roma para continuar con el desempeño de su cargo.