«Desde mis primeras fotografías, más explícitas, he acabado asumiendo sólo un pequeño espacio, la demarcación de un territorio único al alcance de mi vista: aquello que puedo ver desde la ventana de mi casa. De esta manera, la ventana es como un obturador y sólo registro lo que se puede ver desde allí». Así explica el artista Cueto Lominchar su exposición, «Un palco en el teatro del mundo. Colección pura formalidad» abierta al público en la Sala Oberta del Centre Cultural La Nau desde ayer y hasta el próximo 10 de septiembre.

La peculiaridad de esta muestra artística es la de convertir la ventana del estudio de un artista en un palco abierto al teatro del mundo. De esta forma, todas las imágenes que se exponen han sido tomadas desde una ventana de la Avenida Blasco Ibáñez desde el año 2000. Comisariada por Ricardo Forriols, la exposición supone una nueva oportunidad para ver la obra de Cueto Lominchar en Valencia, donde no exponía desde 2011.

El universo desde el interior

La idea que da título a la muestra es en realidad una cita a un comentario de Walter Benjamin sobre el interior burgués a mediados del siglo XIX acerca de la importancia de los espacios interiores como representación del universo. Un giro de sentido práctico pone el punto de atención en la posibilidad de mirar desde ahí hacia afuera a través de una ventana que se teatraliza y se convierte en ese palco desde donde atender al espectáculo universal de la calle.

Por otra parte, en esta exposición se ha querido destacar una de las series, la colección Pura Formalidad, en la que el artista Cueto Lominchar empareja detalles de sus fotografías con otras imágenes de nuestra cultura visual (pintura, escultura, cine, fotografía, etc., a modo de cita) insistiendo en la posibilidad de un eco coincidente que parece atravesar nuestra historia desde la imagen en gestos, poses y actitudes que se repiten.

El artista afirma que esta muestra pretende ser algo más que una serie fotográfica, de hecho, explica que la colección «describe una actitud contemplativa y hace énfasis en la mirada como dispositivo esencial de la percepción codificadora del deseo». Así, añade que «lo importante es la suma de todo este álbum de mi memoria».

En este sentido, Lominchar explica que en un principio las fotografías no se premeditaron ni se propusieron metodologías para su elaboración pero, con el tiempo, esta suma de imágenes pueden agruparse o asociarse en función de infinitas posibilidades y en atención a muchas temáticas. «Es un cajón voluble y tan variable como los ojos de quienes pudieran manipular su contenido», sentencia.

Cueto Lominchar nació en el Puerto de Sagunt en 1961, es Licenciado y Doctor en Bellas Artes por la Universitat Politècnica de València, de la que es profesor Titular, simultaneando la docencia de asignaturas como «Pintura y Fotografía» con tareas de gestión. Ha sido Decano de la Facultat de Belles Arts de Sant Carles y en la actualidad es Vicerrector de Alumnado, Cultura y Deporte de la UPV. Desde el año 1986 ha mantenido su actividad artística alternando en sus exposiciones la pintura y la fotografía, generando proyectos y trabajos relacionados con ambas disciplinas y con sus cualidades en tanto que manifestaciones del discurso visual de la tradición, la modernidad y la escena contemporánea.