Javier Sánchez Santos no quiere que su vida siga igual. Cogiendo un título de unos de los muchos éxitos del que él considera su padre, Julio Iglesias, está dispuesto a ganar la batalla judicial que perdió en 1994 su madre, Maria Edite Santos, una bailarina de origen portugués que defendió que su hijo fue fruto de una relación que mantuvo con el cantante en una sala de fiestas de la Costa Brava en San Feliu de Guixols en 1975.

Pese a una primera sentencia judicial a favor del reconocimiento de la paternidad, en 1994 el Tribunal Superior de Valencia la revocó obligando a Javier a retirarse el apellido Iglesias que tan pronto había adoptado y que alardeó en multitud de platós de televisión. Incluso llegó a grabar un single como Javier Iglesias, «Dame otra oportunidad», incluida en el CD promocional «Veranopop 96», dirigida a Julio, por supuesto.

Pero ese tirón mediático duró poco y desapareció. Lo que nadie imaginaba es que ese chaval de 16 años que estudiaba segundo de BUP cuando un juez le hizo Iglesias y luego se lo quitó, estaba esperando la oportunidad de demostrar que su madre tenía razón.

Treinta años después, ha llegado esa oportunidad. El abogado especialista en casos de filiación, José Osuna, compareció ayer ante los Juzgados de Torrent -el escenario fue aleatorio- para decir que una prueba de ADN obtenida «sobre restos de basura que contienen saliva o materia orgánica» arroja una coincidencia del 99,99% que demuestra «de sobra» que Javier es hijo de Julio Iglesias.

Según el letrado la prueba es totalmente lícita y está seguro que será aceptada por el Juzgado. «Conseguimos la prueba en Miami, en un lugar público, no privado y con materia que es basura, que no es propiedad de nadie y que se ha analizado dentro de un proceso correcto y legal», además, asegura que las muestras se tomaron por un detective «bajo juramento» que las precintó y remitió a un laboratorio genético-científico y que por lo tanto no han sufrido ningún tipo de intoxicación que pudiera poner en peligro la validez de dicha prueba.

El resultado del examen de ADN aparecerá dentro de un extenso y detallado informe que incluirá fotografías, con esos objetos y con todo tipo de detalles incluso con fotos y con películas, en la demanda que Osuna presentará «en breve» tras un año llevando este caso. Lo que ya no tiene claro es que el proceso de desarrolle en España o se traslade a EEUU.

Contactaron con Julio sin éxito

El abogado también ha desvelado que al conocer el resultado contundente de ADN intentaron contactar dos veces con el servicio jurídico de Julio Iglesias para evitar llegar a esta situación, «pero la respuesta fue que no y empezamos a preparar la demanda», ha señalado Osuna.

Esa actitud, y teniendo en cuenta la ausencia en los procesos judiciales de 1992 y 1994, hace que sea bastante probable la incomparecencia de Julio Iglesias en la causa, algo que Osuna considera positivo para su cliente, ya que si la parte demandada se niega, «la lectura que puede hacer el juez es negativa. Si no se presenta, se puede interpretar como que está ocultando algo».