Hacía tiempo que el FIB no proponía un jueves con tanta variedad. Entre el múltiple picoteo que ofrecía el cartel de la primera jornada del festival destacaba, pasada la medianoche, la actuación en el escenario FIB Club de los murcianos Viva Suecia. El bajista Jess Fabric, en las horas previas al concierto, nos contaba su vida musical, y las expectativas respecto al festival.
R «Mi primer recuerdo musical es una cinta de El Patio de Triana que no paraba de sonar en el Renault 18 de mis padres. Ellos me llevaban muy pronto a muchos conciertos, con cuatro o cinco años. Vi a Medina Azahara, 091, Héroes del Silencio... Pero en el coche durante muchos años sonaba Triana, y aún lo llevo muy adentro».
R «Tocar siempre quise, desde que yo recuerde. Pese a lo de escuchar música durante 24 horas en casa y a un volumen de locura, no había precedente musical en la familia. Mi primer instrumento más o menos serio llegó el día de la comunión, en el que hubo cierta descoordinación y me regalaron tres casiotones a la vez. Creo que por ese trauma terminé tocando otro instrumento. Lo de tener una banda ya llegó con la adolescencia, supongo que por el desorden hormonal y la mentalidad tramposa de pensar que con un grupo de rock iba a ligar algo. Luego ya me di cuenta de que era una relación falsa, al menos para los bajistas».
R «Reconocemos todas las influencias que nos cuelgan, incluso las que no tienen nada que ver con nosotros, sin problema. The National, Radiohead, Standstill, Los Planetas, Nino Bravo... Nuestra intención desde el principio ha sido hacer canciones que nos rompiesen primero a nosotros por dentro, algo de lo que sentirnos orgullosos. Después ya vienen las guitarras, los acoples y el intento de épica».
R «Con la música nos pasan cosas increíbles cada día. Lo más raro en un escenario le pasó a Rafa (Val, voz y guitarra), que estuvo a punto de electrocutarse en un bolo. Ahora lo contamos entre risas, pero en su momento fue bastante alarmante».
R «Nos encanta el FIB. En él hemos pasado grandes momentos de nuestra vida, y es una pasada ir a tocar. Nos apetecería ver a mil grupos, pero solo podemos estar el jueves y además trabajando, aunque seguro que nos escapamos para ver un par de conciertos al menos»
