El infortunio persigue al diestro peruano. Es la segunda vez esta temporada que se le parte una espada a la hora de entrar a matar. Primero fue en Badajoz. En dicha ocasión, el limeño resultó corneado. El de Pamplona tuvo similares consecuencias. Esta vez el toro le infirió una cornada en el muslo izquierdo que le vuelve a dejar parado. Según ha podido saber Levante-EMV, el problema estaría en las espadas. Parece descartada la posibilidad de que sea un defecto del torero a la hora de efectuar la suerte suprema. Además, no es el único diestro al que se le han roto varias espadas en la presente campaña taurina. El problema puede residir en cómo se ha construido el estoque, si se han utilizado distintos materiales en su elaboración e incluso si tenía una junta que unía dos mitades.