Israel Galván se arriesga. «Hago la obra que yo quiero», dice. Flamenco de vanguardia es como definen algunos su trabajo. Sea como fuere, él lo tiene claro. «Quiero quedar bien dentro de mi verdad y la forma en la que yo siento el flamenco. Es así como se es más honesto con el público». Y así va a ser «La Fiesta».

El bailaor presenta esta noche en las tablas de Sagunt a Escena su nueva creación, una explosión de movimientos, una obra «desconocida». Tras la inauguración de este nuevo trabajo en Austria, el artista y su equipo desembarca esta noche en tierras valencianas para traer consigo una experiencia visual, sonora, sensorial.

El montaje al completo tiene un objetivo para el sevillano: «Quiero que la música y puesta en escena nos saque a cada uno un poco de nuestras propias normas», explica, «son elementos que nos deben hacer viajar».

Una fiesta «de otra manera»

El publico que decida compartir un rato con la danza en el Teatre Romà de Sagunt, se encontrará una fiesta flamenca «vivida de otra manera». El bailaor huye de los convencionalismos: «No quería hacer una celebración ´predeterminada´. Para mí, las mejores fiestas son las que sorprenden».

«La Fiesta» es libertad de movimiento absoluta, una coreografía sin ataduras, pero eso sí, siempre con ese aire a fiesta flamenca. «Los flamencos nos guardamos, a veces, cosas que no hacemos porque no queremos romper las reglas», explica el artista, «y precisamente aquí, en esta obra, lanzamos un mensaje de libertad de movimiento».

En este sentido, dice, las obras se van «haciendo solas». «La Fiesta», explica, es como un «niño chico» que aún tiene que crecer, por eso, aunque en la obra hay un guión, cada actuación es diferente y da espacio a la improvisación momentánea. Dos meses después del estreno oficial, Sagunt es el lugar para llevarla a cabo por primera vez en la Comunitat Valenciana. Galván, que admite no venir mucho por la terreta, explica que cada que vez que baila en un lugar «significa mucho». «Se establece una conexión entre el espacio, el cuerpo y los movimientos».

Israel Galván hace suyo el escenario. Y es que, en la mayoría de sus obras baila en solitario. «La Fiesta» es diferente. Acoge un concepto nuevo: «Bailo dentro de un grupo de gente». Galván lo expresa así: «´La Fiesta´ es la obra con la que comparto más el escenario», explica, «una celebración necesita la presencia de un grupo de gente».