La octava edición del Arenal Sound encara la recta final inmune al calor, a las colas o a los problemas de aforo. El festival exhibe músculo y cifras, de antemano triunfador: con los abonos agotados desde el mes de abril, la asistencia rozará los sesenta mil espectadores durante el fin de semana. Borriana se amolda al cambio en la rutina, rejuvenecida durante una semana. La parroquia sounder vibró como suele. Lleva días y noches en ello, con Lori Meyers, Bastille y Martin Garrix el jueves; con Sidonie y Jake Bugg ayer, anticipo del doblete escandinavo que asomaba pasada la medianoche, Icona Pop y The Royal Concept mediante.

A veces las cosas no salen como uno piensa. A veces no importa. Jess Fabric, de Viva Suecia, toca el bajo de casualidad. En su comunión le regalaron tres casiotones y cogió un trama con las teclas. Del error hizo virtud, como suele ocurrir en el Arenal. Un exceso de aforo provocó la suspensión de la parte final de la jornada del miércoles. Al cruce salió la plana mayor de la política local, provincial y autonómica, subrayando el impacto económico que deriva de esas decenas de miles de jóvenes sounders. Ximo Puig, presidente de la Generalitat, abundó ayer en el doble mensaje. El Arenal «es un gran evento para la provincia de Castelló que queremos apoyar». Instó «a hacer las cosas de manera ordenada y respetando el factor más importante, que es la seguridad». Evitó pronunciarse por el acta pericial levantada por la Policía Autonómica, en declaraciones recogidas por Europa Press, no corresponde «crear ninguna alarma».

A partir del jueves, la apertura del recinto al completo suavizó las aglomeraciones al repartirse los asistentes en más escenarios. En el Arenal, por inercia, se orilla lo negativo. El sounder activa un mecanismo de defensa: pesa más lo bueno que lo malo. No en vano, cada año Borriana es el destino estival soñado de decenas de miles de adolescentes. Cada año crece la asistencia.

La predisposición en la vida es crucial para casi todo. La predisposición del sounder responde a la lógica vacacional: a Borriana y al Arenal se va a pasarlo bien. Las ganas de vivir del sounder todo lo pueden. Esa mentalidad suaviza los inconvenientes. En el festival del selfi es inmortaliza cada momento. Hace años que el Arenal Sound sabe qué tipo de cliente tiene y quiere. Es un festival sin nostalgias y sin grandes exigencias, donde los youtubers son tanto o más populares que los músicos. Una oda a la vida ligera.

Al Arenal Sound le quedan dos días de los gordos. Hoy hay turno para la veteran people: La Habitación Roja, Amaral e Iván Ferreiro. Altenarán con la dosis de indie europeo -Satellite Stories-, y productores y dj´s marca de la casa: Sam Feldt y Kshmr, entre otros.

Mañana llega el cierre de la intensa semana, con otras patas del festival representadas. Electrónica masiva (Clean Bandit, Yellow Claw o Matoma), cruce generacional en rap y derivados (de Kase.O a C. Tangana pasando por Rayden), el señuelo indie rock (Kakkmaddafakka) y el mestizaje (Txarango y Aspencat).