Jaime Siles es doctor en Filología Clásica por la Universidad de Salamanca y, tras sus estudios, fue becado por la Fundación Juan March, ampliando sus tesis en la Universidad de Tübingen (Alemania). El poeta valenciano ha trabajado como investigador en el Departamento de Lingüística de la Universidad de Colonia y de 1976 a 1982, fue profesor de Filología Latina en las Universidades de Salamanca y de Alcalá de Henares. En 1983 obtuvo la cátedra de Filología Latina de la Universidad de Laguna, de Tenerife. Ese mismo año fue nombrado Director del Instituto Español de Cultura en Viena y Agregado Cultural en la Embajada de España en Austria.

Actualmente es profesor de latín y griego en la Universitat de València, donde capitanea el departamento de Filología Clásica. En sus obras tiene como tema principal el lenguaje entendido y vivido como una identidad. Es decir: la mundología como principal fuente de inspiración.

«Tengo un nuevo libro de poemas que espero que aparezca en el año que viene y se titulará ´Arquitectura Oblicua´ porque mi visión de la vida sobre las cosas es oblicua», afirma el literato valenciano.

Pulso al valenciano

Siles responde al porqué no escribe en valenciano: «He escrito algún poemario en valenciano que no he llegado a publicar porque yo no lo he aprendido. Lo entiendo pero no lo sé escribir ortográficamente bien. Tengo un libro escrito de casi 500 versos, no demasiado largo, de poemas experimentales, de investigación lingüística en el idioma y el sonido, que tengo previsto terminar. Cuando se lo he enseñado a alguno de mis colegas, me han dicho que la única experiencia similar a esa había sido una que intentó Constantí Llombart. Mi método ha sido tener una identidad poética distinta, es decir, la búsqueda y la aventura vital, intelectual y cognitiva es muy distinta a los poemas que he escrito en castellano» sentencia Siles que, cuando escribe experimenta «una entrada en pérdida en el lenguaje valenciano porque es como si me lanzara a una piscina y esa piscina estuviera hecha de palabras y empezase a nadar por ella».

El catedrático opina sobre la suspensión del plurilingüismo por parte del Tribunal Superior de Justicia: «Si a mí me ofrecieran varias lenguas gratis, no renunciaría a ella. Que hoy en día, un estudiante pueda aprender valenciano, castellano e inglés a mí no me parece nada mal como principio, aunque, lo que no sé es la letra pequeña. Hay que darle más horas a lengua propia de cada uno», asegura.

Siles es un hombre políglota y piensa que «el valenciano no debe de estar por encima del castellano en València porque es un comunidad bilingüe. No entiendo que haya dos culturas, es decir, una en castellano y otra en valenciano, porque pienso que es una misma cultura que se expresa en dos lenguas y eso es una gran riqueza de la que no todos disponen». Asimismo, no tiene nada en contra de la Academia Valenciana de la Llengua y «todo lo que sea trabajo en las lenguas me parece positivo».

Siles es el nexo entre la constante cifrada y descifrada del universo. En el caso de un poeta existencial como él, traducir poesía es una extensión propia de su escritura.