Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Música

Festivales millonarios

Los macroeventos musicales de la Comunitat Valenciana reúnen durante el verano a más de un millón de asistentes

Uno de los escenarios donde se realizaron, hace unas semanas, las actuaciones de la cuarta edición del festival valenciano Medusa Sunbeach Festival en Cullera. fernando bustamante

El verano trae consigo vacaciones y las vacaciones, fiesta. Los festivales de música son ya un elemento casi imprescindible en los planes estivales y la Comunitat Valenciana es el escenario perfecto para realizarlos. Entre todos los macroeventos musicales celebrados en las tres provincias (València, Alicante y Castelló) han sido más de un millón de personas las que han pasado por tierras valencianas con la intención de ver a sus artistas favoritos, disfrutar y bailar hasta el amanecer.

Cerca de 240.000 personas vivieron los festivales de la provincia de València. El Festival de les Arts, celebrado en junio en la Ciutat de les Arts i les Ciències reunió a 45.000 asistentes este año, el Iboga, en Tavernes de la Valldigna sumó, en su quinta edición, 30.000 «festivaleros» y el recientemente celebrado, Medusa Sunbeach Festival batió su propio récord con 165.000 personas.

Castelló, por su parte, es la provincia donde más festivales de celebran. Según un balance de la Diputación de Castelló, al SanSan Festival, que abrió la temporada de música bajo el sol (y también bajo la luna) en Benicàssim en Semana Santa, acudieron 50.000 personas; el Festival Internacional de Benicàssim (FIB) reunió a más de 177.000 asistentes a lo largo de sus cuatro días; 300.000 se dieron cita en el recinto de conciertos del Arenal Sound en la playa de Burriana y, por último, 220.000 han sido atraídos por el Rototom Sunsplash en sus ocho días de certamen que acaban de terminar.

El festival más destacado de Alicante es el Low Festival en Benidorm. Esta edición, que tuvo lugar los últimos días de julio, fueron 83.000 asistentes los que lo dieron todo escuchando a artistas tan internacionales como los Pixies o Franz Ferdinand.

Fiesta... y rentabilidad

Estos eventos, que tanto gustan a jóvenes (y no tan jóvenes) están en la primera línea de las opciones de ocio. La gente acude a los festivales. Y también se gasta dinero. Las macroplataformas acogen a los artistas que más suenan y a cambio, reciben gente. Las localidades recaudan cantidades millonarias que hacen que llevar a cabo estas opciones sea rentable. Cullera aumentó asistencia en 40.000 personas, lo que hizo que el pueblo estuviera, durante los días que duró el Medusa, hasta los topes. Bares y restaurantes reponían sin cesar y hoteles y alojamientos colgaban carteles de «completo».

Tras la celebración del macroevento, la ciudad ha recaudado, según el ayuntamiento, alrededor de 22 millones de euros.

Asimismo, el Low Festival dejó un impacto de 14 millones de euros en Benidorm, donde la mayoría de los asistentes tuvo la necesidad de alquilar alojamiento, pues este festival no dispone de camping.

Por otra parte, los festivales invierten grandes cantidades para que el festival tenga recursos suficientes para acoger a tanta gente. La Diputación de Castelló patrocinó los cuatro eventos musicales de esta provincia con 400.000 euros y adjudicó al Arenal Sound 139.150 euros, al FIB 121.000 euros, al Rototom Sunsplash 90.750 euros y SanSan Festival 47.795 euros.

Compartir el artículo

stats