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Nicolás Márquez-Grant: "No quiero que me entierren"

«Mi trabajo es muy agradecido en el momento en que podemos dar información a familiares»

Nicolás Márquez-Grant: "No quiero que me entierren"

P Encuentran mi cadáver dentro del maletero de un coche. Te telefonean de madrugada... ¿Qué pasa?

R Bien, si fuera un cuerpo fresco, el médico forense haría todo el trabajo. Si ya está un poco descompuesto, y es difícil identificarte por las improntas o los dientes, por ejemplo, me llamarían para ver si el cuerpo es de un hombre, de una mujer, la edad... Pero está claro, todo depende de lo que encontramos, porque si sólo hallamos unos pocos huesos, lo primero que hay que saber es si son humanos o no.

P Llegas y te pones el mono blanco.

R Sí, pero antes documentaré la llamada y la hora. Después atravesaré el cordón policial y me encontraré detectives y la policía científica, y una vez reunidos, me mostrarán el lugar del crimen... Bien, no siempre tiene que ser un crimen, quizás es un suicidio, una muerte natural. Pero si te encontramos dentro del maletero... Entonces, vestido con el mono blanco, una red para la cabeza, unos zapatos con una suela identificativa para no mezclarse con posibles huellas, dos guantes y una máscara, documentaré con fotografías todo el escenario y haré un croquis de cómo estás posicionado. A veces, la posición ya dice muchas cosas, y puede indicar si te has empezado a descomponer allí mismo o en otro lugar. La ropa da información, la posición de los brazos también es importante, si estás esposado, atado... También hay que incluir otros elementos, de los cuales ya se encarga la policía científica, como por ejemplo fibras u hojas de árboles, sedimentos, polen. Imagina que tienes restos de hojas que no pertenecen a ningún árbol de la zona. Eso puede indicar dónde se ha efectuado el crimen.

P¿Ya estamos en el depósito o no todavía?

R No, la recogida de estas evidencias se hace a la escena todavía...—Cuando estemos en el depósito, me avisas, porque en mi caso, tengo medio cuerpo descompuesto y medio no...—Esto es posible. Porque a veces tienes una parte momificada y otras, no. Por ejemplo, el calzado puede afectar a la descomposición de los pies, o el trabajo de las bacterias del estómago puede alterar el proceso. Una vez documentada y fotografiada toda la escena, ya podemos sacarte ordenadamente. En este sentido, es muy importante cómo vamos empaquetando los restos. La pelvis, por ejemplo, es muy importante, porque nos indica edad y sexo. El cráneo también lo es para buscar traumatismos.

P¿Cómo distingues un traumatismo hecho con un palo de golf o un taco de billar?

R Esto ya se hace al depósito. Allí hay que realizar un inventario de todos los huesos y cómo están conservados, y el perfil biológico. En este caso, todo depende de si sabemos quién eres o si no. Hay muchos casos de desaparecidos que, a partir de la base de datos, podemos delimitar las posibilidades para identificarte. En el caso del traumatismo, la primera pregunta es saber si es post mortem o ante mortem, porque entran factores como el posible traslado de los restos hasta el lugar de la escena donde te hemos encontrado o los animales que pueden haberte provocado alguna fractura. Por ejemplo, en el caso de los incendios es capital saber si los traumatismos son anteriores al fuego o posteriores, porque es un indicio claro de un posible crimen o de un accidente. Si se determina que es ante mortem, tenemos que ver si es a raíz de un golpe, de una bala o de algún objeto cortante, por ejemplo. Ahora bien, en el caso de un golpe, es muy complicado saber cuál es el objeto, si un palo de golf o de billar, o un martillo...

P ¿Como los casos que investigas de la Primera Guerra Mundial?

R Exacto. Realmente estudiamos estos casos para identificarlos a partir del ADN y, por lo tanto, no hay que trabajar los traumatismos. Pero piensa que son restos que han estado enterrados cien años, por lo tanto, pueden presentar fracturas del mismo soterramiento. En el caso de las explosiones, a veces podemos detectar amputaciones o fracturas múltiples.

P¿Cómo es que estudias restos de la Primera y Segunda Guerra Mundial?

R Tenemos un contrato con el Ministerio de Defensa, y nos envía por todo el mundo para estudiar restos de soldados e identificarlos.

P Estoy pensando: el gobierno británico os contrata para identificar sus muertos, y aquí, el gobierno español pone trabas para identificar los restos de la Guerra Civil...

R Sí... es un contraste. Los Estados Unidos tienen todo un equipo para identificar soldados caídos en todo el mundo. En el caso del gobierno británico, no hace excavaciones, pero si hay un descubrimiento, tienen la obligación de intervenir. En todo caso, pienso que la primera cosa es dignificar los restos de cara a los familiares. Para mí, esto es lo más importante en todos los casos en que trabajo, sea del bando que sea.

P La muerte nos iguala...

R Exactamente. En este sentido, cuando trabajo con restos de soldados, no me afectan tanto los huesos como los efectos personales que vas encontrando, porque son los que resaltan la personalidad. Piensa que se trata de gente muy joven, y encontramos la ropa, cartas de amor o billetes de ida y vuelta en tren, para ir a casa...

P ¿Te afectan en la vida estos restos?

R Mi trabajo es muy agradecido en el momento en que podemos dar información a los familiares y, de este modo, pueden pasar página, descansar... Darles respuesta es muy importante. Desde el primer momento en que empecé a trabajar con restos, tuve muy claro que lo que hacía era ayudarlos. Recuerdo un señor de edad que se encontró en un jardín... Ya estaba muy descompuesto, y al sacarlo, me pregunté qué hacía allí... Pero lo miré y le dije: «estoy haciendo esto por ti». Había desaparecido, y por fin los familiares pudieron descansar, y a pesar de saber que estaba muerto, representa un consuelo.

P Has tratado con restos óseos de todas las épocas, desde la prehistoria, fenicia, romana... ¿Como ves tú la muerte?

R No pienso mucho... creo que sólo tengo claro que no quiero ser enterrado. Cuando era pequeño pensaba que estaría bien convertirme en una momia congelada como las que se han encontrado en los Alpes. Pienso más en lo que sentirán y cómo se quedará la familia. Lo que provocará mi muerte a la gente que queda. Sobre los entierros, actualmente hay de muchos tipos diferentes. Por ejemplo, ahora están de moda los ecológicos, que buscan que tu cuerpo se convierta en un árbol...

P ¿Como para hacer compost?

R ¡Exacto! Después, en los Estados Unidos, hay la posibilidad de ser enterrado como una momia egipcia.

P En Las Vegas, seguramente...

R Quizás... He visto de todo. Después hay la criogenización o, por ejemplo, unos velatorios como si fueran un McAuto: tú vas pasando con el coche por delante del muerto que descansa en una vitrina... A mí me gusta mucho estudiar las costumbres funerarias. En muchas culturas, la muerte es una gran celebración, alegre. El miedo a la muerte es mucho nuestra cultura.

P La muerte se vive diferente en todo el mundo.

R Totalmente, en todo el mundo varía. Y en el futuro, cambiará más todavía. Ahora ya hay una tendencia hacia el mundo virtual en que puedes simular hablar o interactuar con tus muertos, como un tipo de holograma. En todo caso, siempre es importante cerrar el círculo, y no siempre es fácil. A mí los cementerios me gustan mucho. En Oxford, por ejemplo, que es donde vivo, la gente va a hacer picnics o con el sandwich para comer al cementerio. Leen los nombres de las lápidas y, de este modo, como un tipo de oración, la gente se acuerda de la gente.

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