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Teatro

El talento latinoamericano encuentra su nicho en València

La Sala Off acoge el estreno europeo de la obra «La semilla», con texto de Edgar Chías y dirección de Cristian Drut, en el marco de las residencias CreadorEs

El talento latinoamericano encuentra su nicho en València

Uno es tranquilo y meditado, y el otro una bala que planea, gesticula y habla a la vez. A pesar de ser antagónicos, Edgar Chías (Ciudad de México, 1973) y Cristian Drut (Buenos Aires, 1973) son una sola alma creativa sobre el escenario. Ambos, dramaturgo y director de escena, se conocieron en un ciclo formativo de teatro en Madrid que contaba con referentes de la escena española, como Juan Mayorga. Fueron becados por la Fundación Carolina en 2003, y sin quererlo, conformaron un tándem artístico que aún perdura. Eso sí, en forma de pieza escénica: La semilla, su primera obra en conjunto.

València acogerá su estreno en Europa el 21 y 22 de septiembre en la Sala Off. Lo hará dentro del marco de actividades de las residencias teatrales de CreadorEs, el festival escénico dirigido por Gabriel Ochoa que busca incubar el germen artístico en jóvenes y profesionales del sector.

Chías, que visitó el certamen en 2015, efectuó la primera lectura dramatizada de la obra en este certamen. La pieza, que se estrenó en Argentina y México el pasado mes de agosto, permanece en cartel de manera simultanea en ambos países con un elenco diferente. El de València lo conformarán Olinda Larralde Ortiz, Anais Duperrein y José Zamit. La semilla narra la búsqueda de una mujer que trata de curar las heridas del pasado antes de dar a luz a su primera hija. La obra, que está basada en una historia real, también es una metáfora sobre la búsqueda de la identidad del ser humano y su reconciliación con el pasado.

«La semilla ha adquirido una perspectiva internacional que ni yo ni Edgar esperábamos», asegura Drut, el director de esta pieza que está siendo representada por actores de dos continentes. «La protagonista necesita reconstruir su pasado para ser madre, al igual que una nación necesita encarar ciertos problemas antes de seguir adelante», explica el director de escena. Un ejercicio que ya había puesto en práctica Chías, conocido en México por formar parte de una generación que decidió poner ante el público problemáticas como el narcotráfico, la delincuencia juvenil o la violencia.

Ruptura con el pasado

«El teatro es una reflexión colectiva necesaria. Pese a que muchos califican La semilla como una obra oscura, no lo es. La esperanza queda patente», apunta el mexicano.

Chías forma parte de un grupo de jóvenes dramaturgos, que desprovistos de referentes escénicos vivos, se vio «obligado» a experimentar sobre las tablas. El resultado fue la «narraturgia», una corriente escénica que combina literatura con puesta escénica. El término lo acuñó el español José Sanchis Sinisterra. «Rompimos con lo establecido de manera natural, aunque de una manera autodidacta y algo salvaje», explica Chías.

Sus escritos, caracterizados por su crítica social, se han tornado más «luminosos». «Me cansé de dar protagonismo a criminales que durante la historia han conquistado todos los espacios de mi país. Ahora han tomado también la televisión y el cine», asegura el mexicano en referencia a la serie de Netflix «Narcos», que narra la historia de Pablo Escobar, o «La Reina del Sur», protagonizada por la actriz mexicana Kate del Castillo.

Tanto Chías como Drut han ofrecido una masterclass en València dirigida a estudiantes y jóvenes profesionales de la escena. «Me preocupa que los jóvenes sigan demasiado nuestra estela. En sus escritos, se nota que están faltos de referentes, aún más que los de mi generación. Deben encontrar su propia voz sin perder de vista el pasado», opina Chías, quien ve en la «dramaturgia visual» -la que combina fotografía, música, video y texto- el futuro de la escena.

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