"Cantar en Priscilla es como tirarse en paracaídas, no se puede explicar con palabras"

Así lo explicaba ayer José Maria Cámara, miembro y cofundador de la productora, a los medios de comunicación durante un pase de prensa en el que estuvieron presentes las «tres divas» del espectáculo interpretadas por Aminata Sow, Teresa Ferrer y Ana Dachs. Descienden desde «los cielos» (o las alturas del escenario) para poner voz a los personajes principales que se convierten en drag queens. «Somos como ese disco encima de las drags», explican las cantantes. El objetivo, apuntan, es venir al teatro a «una fiesta» y salir «con la energía renovada». Y así lo hacen.

Tres voces de tres divas

El telón del centro cultural de Sant Marcel·lí se abrirá el próximo noviembre con un enérgico It’s raining men tal como se hizo ayer, y el público vislumbrará, a lo alto, tres figuras coloridas y brillantes: las divas. «Cantar en Priscilla ante tanta gente es como tirarse en paracaídas, no se puede explicar con palabras», dijeron las cantantes. A pesar de su estreno en otoño, València se impregnará de la esencia de Priscilla con el recorrido de hasta once autobuses promocionales. Uno de ellos, el «más espectacular», transportará al elenco por la ciudad para animar a los valencianos a ir a disfrutar de un musical para «gente feliz donde el público aprenda a aceptarse a sí mismo». 26 años después del estreno de su película, la historia, ambientada en Australia, conquista los escenarios españoles.

Tras pasar por ciudades como Bilbao, donde este musical ha «arrasado», Espai Rambleta se prepara para recibir un espectáculo «pensado y hecho para todos los públicos» que recorrerá hasta 35 ciudades españolas. 500 trajes, 200 pelucas y 150 pares de zapatos ayudarán a ilustrar el escenario de «Priscilla, reina del desierto», «Una historia sobre un viaje en busca de la felicidad a través del reconocimiento de uno mismo».