En poco más de un mes hará un año que llegó a convertirse en la coordinadora artística del Teatre El Musical (TEM). Toca hacer el consabido balance.
Ha sido un año muy positivo. El primero de un proyecto que parte de cero y en el que estaba todo por hacer. La programación ha tenido muy buena acogida, con un índice de ocupación muy alto. Hemos llenado casi todos los fines de semana y con un público diverso. Hemos incorporado nuevos lenguajes escénicos de una línea contemporánea. La parte formativa es nuestra segunda pata, desarrollamos cursos y talleres para todo tipo de públicos. Sentimos que este espacio esta vivo y que así debe continuar.
¿Cómo está el teatro y cómo se lo encontró cuando llegó?
Me dieron las llaves tres semanas antes de abrirlo en octubre de 2015. Imagina cómo estaba un teatro que lleva un año cerrado, con una empresa anterior que no lo había cuidado, ¡y que necesita tanto mantenimiento! Hicimos un trabajo contrarreloj, duro, pero los resultados son más que satisfactorios. Ahora es un espacio abierto al barrio, al que se le había negado su espacio cultural. Ha repercutido mucho en el barrio, nos nutrimos y colaboramos con muchos de sus colectivos.
¿Qué retos se plantea a corto, medio y largo plazo?
Para mí es corto porque un proyecto mínimo a medio plazo son cuatro o cinco años. Pienso en el día a día, en esta temporada y para trabajar en la segunda parte que anunciaremos a final de año. Pienso en generar relaciones nuevas con otros espacios de la ciudad y con compañías valencianas, dándoles apoyo; pienso en las residencias artísticas, que las vamos a tener a final de año a través de las ayudas municipales. Además, queremos proyectarnos más allá de la Comunitat Valenciana. Este espacio es de referencia. Estamos en el Observatorio de la Cultura Española como uno de los ocho destacados de la Comunitat con tan solo con un año en marcha. Creo que vamos a un buen ritmo.
¿Se mira en algún espejo?
No hay un espacio único de referencia. Hay muchos que llevan una línea contemporánea que apuestan por nuevos lenguajes escénicos y nosotros nos fijamos siempre en espacios de la vanguardia, pero no en uno único. El TEM ya es un modelo único por su gestión directa municipal y a partir de ahí vamos generando un modelo que se ofrece a la ciudad por vocación pública.
¿Qué es lo urgente en el TEM?
Mantenernos y hacer crecer el equipo, los recursos humanos para poder trabajar bajo confort y de una manera más diversificada. Ahora mismo, con las empresas externas de convocatorias públicas, somos unas 15 personas. El proyecto va creciendo. No es igual en 2015 que a día de hoy. El proyecto ha crecido de forma vertiginosa.
¿Algún punto débil del TEM?
Siempre hablo en positivo. Por la valentía de abrir un proyecto de la nada, que había que construir. Considero que tiene fortalezas y oportunidades como el barrio en el que se encuentra, porque hay que descentralizar la cultura. El Cabanyal, además, es muy especial con mucha historia y una personalidad muy especial.
¿Qué necesita el teatro?
Tenemos que mantenernos en el presupuesto, aunque si nos los aumentaran seríamos más felices y podríamos pensar en proyectarnos más al exterior. Aunque no tenemos el presupuesto de otros espacios escénicos del territorio español, que las ganas e ilusión no se vayan.
¿Cómo le gustaría que pensasen en el TEM?
Como en algo más que un teatro, ese es nuestro lema.
¿Y cómo le gustaría que estuviese tras su paso?
Me gustaría que el teatro continuase vivo, que continúe creciendo, que aumenten las colaboraciones con otros espacios, festivales y profesionales.
Hace unas semanas María Oliver anunció que se encargaría de gestionar también Espai Mutant, en Las Naves. ¿Cómo afronta el reto?
Ahora mismo pienso en el TEM que es mi presente, poder establecer estrategias para que la gente venga. Tengo ilusión por Las Naves, pero ya veremos a partir de enero, cuando Acció Cultural haya adscrito el centro al área y nos lo entreguen en las condiciones que deben para empezar a trabajar.
¿Alguna idea ya en mente?
Puede ser pronto, pero cuando te encomiendan un proyecto nuevo ya te pones a pensar, es inevitable. Se van a proyectar artes vivas, de movimiento, danza contemporánea y será un espacio abierto a nuevos formatos. Además, Las Naves tiene su equipo que desarrolla talleres, laboratorios, encuentros... Habrá que ver qué línea sigue para que Espai Mutant se pueda incluir ahí. No se puede empezar la casa por el tejado. No puedo hablar de programación cuando hay que empezar por los cimientos, sentarnos con el personal y ver su calendario y programa. Estamos en un espacio con una actividad y habrá que sentarse y hablar.
El teatro lleva casi un año cerrado...
Es una pena que un teatro esté cerrado por el motivo que sea. La ciudad de València ha perdido un espacio y una programación que lleva un línea muy interesante. Esperemos que se pueda reabrir pronto y que esos problemas se arreglen.
