Todas las obras de Javier Cercas hablan en presente, aunque en ellas sean fundamental etapas históricas pasadas como la Guerra Civil, la Posguerra o la Transición. Como vino a l'Eliana a hablar de literatura, quiso esquivar las preguntas sobre ese presente continuo que está siendo en los últimos tiempos el conflicto en Cataluña por el proceso independentista. Lo consiguió a medias. «Todo tiene una novela, basta encontrar al escritor que la escriba. Lo de Cataluña tiene una novela extraordinaria. Es más, a lo mejor la escribo yo».
¿Cómo se verá en el presente de dentro de 20 años el 1-O y lo que ocurra a partir de entonces? ¿Qué tipo de novela saldrá de eso? Para Cercas es absurdo planteárselo. «Lo que vemos ahora es la polvareda inmensa de la batalla, y cuando baje veremos lo que ha habido. Sería pedante decir cómo se verá esto dentro de 20 años. Se podrá hacer una comedia o una tragedia de esto, porque la realidad es una pero la forma de verla es múltiple».
Cuando en 2014 el novelista publicó El impostor trató la mentira a través de Enric Marco, un sindicalista que durante décadas se hizo pasar por superviviente de los campos de concentración nazis. «Vivimos en un mundo saturado de mentiras, las mejores mentiras son las que se fabrican con verdades. Las mentiras puras no tienen posibilidad de prosperar, las grandes mentiras tienen que tener un granito de verdad. Eso lo vemos en Cataluña, en España y en el mundo cada día».
Recordaba ayer Cercas el enfado que provocó un reciente artículo suyo sobre el perfil «rico» de los votantes de la CUP. «Pero no lo decía yo, lo decía el Centro de Estudios de Opinión de Cataluña. Desde que el mundo es mundo son los ricos los que se quieren separar de los pobres. Lo raro sería que los pobres se quisieran separar de los ricos. Pero se enfadaron mucho porque la verdad enfada, porque vivimos en un tiempo de mentiras masivas que triunfan. La culpa es sobre todo de los medios, pones la tele y salen tres mentiras. Yo he visto al vicepresidente de la Generalitat diciendo en 'prime time' que se acogen al derecho de autodeterminación, y la periodista que le entrevistaba no le dijo nada cuando eso es una mentira monstruosa, porque el autodeterminación, entendido como derecho de secesión, solo se puede ejercer en situaciones coloniales o de vulneración derechos humanos. Lo dice la ONU y todos los tribunales internacionales. ¿En Cataluña se da esa situación? ¿Por qué la periodista no le corrigió? Permitió difundir una mentira y se extendió de forma masiva».
