Todos salieron a hombros el último día en Algemesí. El novillero Diego Carretero, el rejoneador Mario Pérez Langa y la ganadería Garcigrande-Domingo Hernández volvían tras acaparar los premios el pasado año. Pérez Langa cortó las dos orejas y el rabo. El jinete de Calatayud recibió al novillo en el ruedo con un quiebro y dominó con valentía a un animal muy parado de Los Bayones al que pasaportó de un buen rejonazo en todo lo alto, algo que marcó la apoteosis de su efectivo quehacer.

Carretero cortó una oreja de cada utrero de su lote. El joven de Hellín manejó bien el capote y demostró que posee una virtud deliciosa: la naturalidad. Estar sin esfuerzo y con el valor del que acaba de llegar. En su primero realizó una faena elegante y en su segundo se mostró serio y poderoso donde tres hondos y sentidos naturales demostraron sus ideas claras y el aplomo que da la madurez. Marcos, que realizó el paseíllo de su debut en Algemesí ataviado con una bandera de España, cortó una oreja en su buen primero. El novillero de Salamanca dio muletazos templados y largos con la figura forzada. Un golpe de descabello tras una estocada fue suficiente para pasear el apéndice. Otro apéndice paseó del último de la tarde y de la feria, un gran novillo de Domingo Hernández. La alegría y la fuerza salían desde dentro del animal como un manantial, además de la humillación y la prontitud, virtudes con las que Pérez realizó un labor con pocas apreturas en el trazo del muletazo.

Colombo, el triunfador

La Comisión Taurina de Algemesí hizo públicos los premios al finalizar el festejo. El novillero venezolano Jesús Enrique Colombo ha sido el triunfador del ciclo tras salir a hombros la tarde de Juan Pedro Domecq. El novillo «Mocoso» de Flor de Jara ha sido el mejor utrero del ciclo y la mejor ganadería, Lagunajanda. Juan Pedro Llaguno, novillero sin picadores mejicano, se ha llevado la Naranja de Plata.