P ¿Cuántas líneas rojas está dispuesto a pasar?
R Me tomo muy en serio el trabajo. Amo esta profesión. Con responsabilidad. Hay gente que me ha comentado que estuve a punto de recibir una paliza por meterme en la fiesta taurina de un pueblo y preguntar para la primera entrega de «La Línea Roja». Lo veo ridículo, porque ese tipo de fiestas las hemos visto casi todos en pueblos como el mío y preguntar no es un arma arrojadiza.
P El programa sobre la tauromaquia fue muy polémico.
R El programa no te deja indiferente. Damos voz a gente muy diversa entrando en territorios contrarios a ellos. Llevar a los ocupas a hablar con los propietarios y al revés, como hacemos esta semana, hace que salten chispas, pero es un ejercicio interesante para sacar conclusiones. Hay que ir al lugar de los hechos, ver y escuchar.
P ¿Las audiencias buscan reafirmar lo que piensan?
R Creo que en la vida no hay que generalizar. Hay gente que se reafirma en sus ideas, otra que cambia, otra que duda€ De entrada, en «La Línea Roja» investigamos, mostramos realidades complicadas, intentamos darles un altavoz. En la ocupación está el problema de los propietarios, de los pobres, de los caraduras€ Hay muchos matices.
P «Ese periodismo que se hace gritando y que es el que consume la mayoría de la gente ha dejado de interesarme», dice Maruja Torres.
R En «La Línea Roja» hay pocos gritos. El problema del periodismo de hoy en día no es tanto de volumen, como de opacidad. Hay asuntos que se intenta que no aparezcan o se cuentan manipulados o edulcorados.
P En el tema catalán, hay separatistas y separadores. ¿Quién abre el diálogo?
R Me preocupa si alguien ha calculado que dando leña en Cataluña se ganan votos en el resto de España. No encuentro muchas más explicaciones cuando veo actuaciones policiales violentas que, como mucho, evitaron que votase un 15%. El resto votó. Por cierto, ya sabíamos que con papeletas sin validez jurídica. ¿Esa violencia para qué?
P Esta semana va a tratar la ocupación de viviendas, ¿con la crisis se han aceptado los «okupas» afectados por desahucios?
R Hay gente que entra en una vivienda que no es suya porque le echa morro, otros por necesidad. Veremos ocupas pobres, otros que han ocupado cerca de la playa, hay ocupas de su anterior casa por circunstancias de la vida, vecinos que pagan los platos rotos, gente que anima a ocupar como forma de vida, otros que exigen cambios legales para combatirla€ Variopinto.
P En cambio los «okupas» de toda la vida siguen teniendo mala prensa.
R Podríamos debatir hasta entre la «okupación» y la ocupación. El tema es delicado porque hay bastante gente afectada, con posiciones a favor y en contra.
P ¿Hablaran los bancos?
R Hay bancos que tienen muchas viviendas vacías, que son acusados de desprotegerlas y facilitar así la ocupación que perjudica a los vecinos. Otros piden que el procedimiento judicial se agilice desde que el piso es ocupado hasta que el juez se pronuncia€ Muchos dilemas.
P Una propuesta de debate para su programa, ¿por qué el alquiler sigue más caro que una hipoteca?
R Habría mucho que hablar, pero cuidado con toda esa gente que casi trabaja para poder pagar la vivienda y poco más. Hay zonas de España donde sigue encareciéndose. La especulación o el turismo sin orden no ayudan.
