Las canciones épicas y melancólicas, la banda sonora de viajes eternos por la carretera y la música de atardeceres con sabor a victorias y derrotas convirtieron al carismático Tom Petty en un memorable guardián de las esencias del mejor rock estadounidense.

Según confirmó su representante, Tony Dimitriades, el artista falleció el lunes a los 66 años tras haber sufrido el domingo por la noche un ataque al corazón en su domicilio de Malibú, situada a unos 50 kilómetros al oeste de los Ángeles.

Pese a que los servicios de emergencia lograron que recuperara el pulso después de encontrarlo sin respiración e inconsciente, el roquero falleció después de que se le retiraran las medidas de soporte vital tras constatar que no tenía actividad cerebral.

De la mano de su fiel banda The Heartbreakers o junto a mitos como Bob Dylan, Roy Orbison y George Harrison en el «supergrupo» The Travelling Wilburys, la trayectoria de Petty figura entre las páginas más brillantes del rock estadounidense gracias a inolvidables canciones como «American Girl», «Free Fallin», «Wildflowers» o «I Won't Back Down».

Petty, que recientemente había culminado con tres conciertos en el emblemático Hollywood Bowl de Los Ángeles la gira por el 40 aniversario de su carrera musical, dijo el pasado diciembre en una entrevista para Rolling Stone que quizá este sería su último tour.

«Mentiría si no dijera que estoy pensando que esta podría ser la última gran gira (...). Tengo una nieta que me gustaría ver tanto como pueda. No quiero pasar mi vida en la carretera», señaló.

Petty nació el 20 de octubre de 1950 en Gainesville (Florida, EE UU) y de niño sufrió los abusos de su padre antes de dejar el instituto como adolescente para dedicarse a la música.