Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Julio Bustamante: "Los jóvenes me dicen que soy de su generación, pero que me he adelantado"

«Para mí, lo importante siempre ha sido mantener el oficio. Mi vida está en mi trabajo, y mi trabajo es la música»

Julio Bustamante acaba de publicar «La misión del copiloto», su disco número 13 en solitario, aunque esta última condición se relativiza al comprobar la presencia junto a él de los músicos de Lavanda, de los colaboradores habituales y de otros nuevos como María Rodés y Nacho Vegas. El jueves lo presenta en La Fábrica de Hielo.

P Su nuevo disco salió el 6 de octubre ¿Cómo está yendo la presentación?

R En realidad siempre estamos actuando y mientras estábamos grabando las canciones las íbamos tocando en directo. Era muy importante para nosotros y para la propia grabación. Está teniendo muy buena acogida.

P En sus conciertos, y permítame la indiscreción, últimamente hay menos gente de su edad y cada vez público más joven. ¿A qué cree que se debe?

R A mí me gusta mucho ver gente de diferentes generaciones, aunque es normal que la gente que salga más sea la más joven y soltera.

P ¿Qué le aporta rodearse de músicos más jóvenes que usted?

R Lo llevo haciendo desde que hace unos diez años empecé con Maderita. Después empecé a colaborar con la gente de Barcelona, me dedicaron un documental, se incorporó mi hijo al grupo... Es lo que yo llamo la «generación del 79». Yo les preguntaba qué buscaban en mí, en alguien más mayor, y me dijeron que yo era de su generación pero que me había adelantado. Bueno, la vida te da sorpresas, que dice la canción.

P Empezó en la década de los 70 y, aunque no ha dejado nunca detrabajar, últimamente parece que no para de sacar discos y tocar por ahí...

R Yo siempre he llevado la misma vida de hacer canciones y sacar discos cada dos años. Siempre he estado actuando, en Madrid, en Barcelona, en el resto del Estado y por aquí... En ese sentido, mi vida ha estado muy lineal y lo demás, depende de las circunstancias. Mi discografía demuestra que he sido bastante constante, porque la música, como cualquier profesión, es un estilo de vida.

P ¿Es fácil mantener en estos tiempos tan rápidos ese estilo de vida del músico tan constante y particular que usted representa?

R Para mí siempre ha sido así, nunca he pensado dónde iba a llegar. Lo importante para mí ha sido mantener un oficio. Como en la vida de todos ha habido momentos de más o menos relumbrón, de irse y bajar de la cresta de la ola. Pero siempre he pensado que mi vida estaba en mi trabajo y que éste es la música, y en eso he acertado.

P Muchas veces, cuando se habla de usted, aparece el adjetivo «incombustible» ¿Cuál es el secreto de su incombustibilidad?

R Desarrollarme como persona y artista mediante el trabajo, y creer en eso por encima de todo, que nada me sacara de mi manera de entender la vida que es la música.

P Y otra expresión que le acompaña siempre es aquello del «espíritu mediterráneo» ¿Qué significa para usted?

R Es una frase que desde el principio nos adjudicaron a Remigi Palmero, a Pep Laguarda y a mí. Supongo que es estar en la playa cuanto más mejor. Yo cuando puedo me voy a la Malva-rosa o a Altea, y afortunadamente me puedo llevar el trabajo allí. En las canciones trato de reflejar sensaciones, sentimientos a flor de piel.

P ¿Tuvo alguna vez la sensación de que la València a la que cantaba era diferente a la València grandilocuente que se vendía desde las instituciones?

R Sí, por eso estoy contento de que las nuevas generaciones presentan un nivel cultural más alto, y que las bandas puedan reflejar la València en la que viven con el idioma que les dé la gana.

P Usted canta tanto en valenciano como en castellano...

R Sí, porque es mi realidad y la de mucha gente.

P ¿Pero sigue algún esquema para usar uno u otro idioma?

R No, viene al azar, no sabría decir cómo. Hay cosas que vienen en un idioma y otras en otro. No hay una regla premeditada.

P Varias de las canciones de «La misión del copiloto» provienen de un «juego» que tenía con una amiga a la que cada mes le escribía una canción.

R Sí, a veces he pensado que las canciones son lo mejor del amor. Y que, cómo dijo Dalí, la labor del artista, como la del alquimista, es convertir la mierda en oro...

P Otra canción, «La doble», es un poema de Sam Shepard. ¿La hizo antes de que el escritor falleciera el pasado julio o es un homenaje posterior?

R Ya se quedó fuera del disco anterior, y ya la tenía en una maqueta en 2007 o 2008. Era una canción muy rockera y faltaba producirla como tocaba. Sam Shepard era un tío muy interesante, que hacía muchas cosas e iba a su bola.

P Un poco como usted, ¿no?

R Bueno, me gusta mucho hacer cosas diferentes, pintar, escribir. Son cosas que después me ayudan mucho a hacer las canciones.

P Usted que trabaja tanto en Barcelona y Cataluña, ¿cómo ve lo que está ocurriendo allí?

R Yo pasé el 1 de octubre con amigos de Cataluña y todo fueron lloros. Al final veo una cortina de humo y una maniobra muy fea de las derechas, que podrían haberlo arreglado de otra manera. No sé cómo lo ves tú...

P Parece que la solución es cada vez más complicada...

R Sí, fue muy feo no hacer las elecciones como tocaba, no hubiera pasado nada. Han forzado, han crispado la situación sin buscar la solución.

Compartir el artículo

stats