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Entrevista

Francesc Martínez Gallego: "El futuro del periodismo pasa por la prensa en papel"

«Los extrabajadores de la radiotelevisión pública han cerrado la puerta a gente bien preparada y formada»

Francesc Martínez es un experto conocedor del ecosistema informativo valenciano. Especialista en historia del periodismo, pero con una visión muy actual sobre el presente y futuro de unos estudios que siguen siendo muy atractivos para los estudiantes. Sostiene que la inexistencia todavía de una televisión pública hace que el sector audivisual valenciano tenga muy pocas posibilidades de éxito, pero se muestra esperanzado por una profesión con mucho futuro por delante.

P ¿Cómo se puede llegar a catedrático de Periodismo sin pisar una redacción?

R Se puede, porque además en mi caso soy profesor de Historia de la Comunicación.

P ¿La tardanza en una nueva radiotelevisión pública genera frustración entre los estudiantes?

R El nivel de frustración inicial fue muy alto.

P ¿Cuándo se cerró?

R Después del cierre, en 2013, notamos incluso un abandono, no excesivo, de algunos alumnos. Pero después se recuperó porque la profesión de periodista es tan atractiva para la joventud que siempre tenemos muchos más alumnos potenciales que reales.

P ¿Pero qué le parece que aún estemos sin televisión pública?

R Siguendo con lo que decía, hubo una nueva ilusión a partir del curso 15/16, porque la entonces oposición empezó a hablar de reedificar la radiotelevisión valenciana, y eso repercutió en el mundo universitario.

P ¿Esa ilusión se ha ido cuando se ha conocido el criterio de selección para las bolsas de trabajo?

R Desde este despacho hemos intentado acercar posturas entra la nueva dirección de la radiotelevisión y la Unió de Periodistas. La actual dirección ha cerrado la entrada de periodistas jóvenes porque ha dado muchas facilidades a los que pertenecían a la plantilla antes del despido masivo, mientras que la Unió pretendía un equilibrio.

P La Unió de Periodistas estudia pedir la suspensión cautelar de los criterios de selección.

R Esa mediación discreta no consiguió acercar posturas y eso no beneficiará al nuevo ente, porque probablemente la suspensión cautelar que pide la Unió será aceptada.

P ¿Está en peligro su puesta en marcha?

R De lo que menos se ha hablado es del modelo que queremos para la radiotelevisión pública, más allá de quién va a ocupar los puestos laborales que se generen.

P ¿Los extrabajadores con aquello de «tornarem» han patrimonializado en exceso su reapertura?

R Una posición que no está avalada ni por el derecho, ni la justicia. Atención, colaboré con el cómite de empresa cuando el ERE, hice un informe con Carolina Moreno y Josep Lluís Gómez Mompart que era un contrainforme del PricewaterhouseCoopers que argumentaba el cierre. Pero una cosa es estar con el cómite de empresa en los momentos más duros, y otra cosa distinta es pensar que esto tiene un recorrido infinito. Los trabajadores cobraron el despido y por tanto sus derechos de retorno al ente, no digo que no existan, pero la cuota que han asumen es excesiva, y cierra las puertas a gente bien preparada y formada.

P ¿Igual los extrabajadores pensaron que habían ganado unas elecciones?

R Totalmente.

P ¿Pero ellos no se presentaban?

R Pero como todos los que ganan unas elecciones piensan que tienen derecho a desarrollar su programa en terminos factuales.

P Unos extrabajadores que callaron durante mucho tiempo.

R Hay una cosa que no puedo olvidar como ciudadano, y también como profesor de periodismo, y es que hemos tenido la televisión más manipuladora, la más «berlusconalizada» de Europa, después de la de Berlusconi.

P ¿Cómo se forman los periodistas del futuro?

R No trabajamos en concepto de medios tradicionales, ni de periodismo. Nuestros estudiantes forman parte de la generación «pantallera», de la multipantalla. Cualquiera que salga de esta facultad debe conocer los protocolos de la verificación de la noticia, pero al mismo tiempo los estamos preparando como comunicadores.

P ¿No es lo mismo?

R El periodista tiene una parcela de ese negociado, que es más amplio.

P ¿Podrán trabajar de periodistas sus estudiantes?

R Los alumnos que entran a la Universitat de València tienen una de las notas de corte más elevada, después de Medicina. Es gente muy autoexigente. Ellos se informan a través de las nuevas formas, las redes sociales y no persiguen un medio de comunicación, sino a comunicadores. Una información personalizada con otras cosa que seduce a las nuevas audiencias, el ocio.

P Eso lleva a la información espectáculo, en contra de lo clásico, aquello que el periodista cuenta lo que le pasa a la gente.

R Hacemos ver que la información poco tiene que ver con el entretenimiento, y enseñamos a la discriminación en una red social.

P ¿Optimista?

R Casi por naturaleza. Soy consciente que estamos viviendo una época de cambio, pero tengo una perspectiva fundamental, que sin periodismo de rigor no tendríamos sistemas políticos democráticos. El periodismo riguroso es la base del periodismo.

P ¿Qué cuentan los estudiantes después de unos meses de prácticas en la redacción?

R Se dan cuenta que la carrera sirve y de la importancia de formarse en las redacciones. Y vuelven seguros que encontraran trabajo, pero con una mentalidad amplia, incluso fuera de València y España.

P El periodismo valenciano anterior a la Guerra Civil fue muy influyente, ¿por qué no lo recuperó en la Transición?

R No hay que olvidar que València, y Alicante también, fue de las últimas ciudades conquistadas en la Guerra Civil, con una fama de ciudad muy republicana. Eso provocó que fuera castigada en medios de comunicación por los gobernadores civiles. Al final de la II República había 132 lectores de prensa por cada 1.000 habitantes. Muerto Franco, no es no que llegáramos a los 100, superamos por poco los 60.

P ¿Y ahora?

R Un poco mejor, sobrepasando los 100. Mal en relación a Europa. En ese contexto de inexistencia de lectores, que habían migrado a medios audiovisuales o radiofónicos, la prensa tenía muchas dificultades.

P ¿Las causas?

R Hay una razón en 1981 de la que se ha hablado poco. El 23F la radio juega un papel protagónico, consigue la noche de los transistores y consolida mucha gente que se estaba pensando si su medio era la radio o la prensa, y termina decantándose por la radio, que juega un papel estelar en la defensa de la democracia, cosa que la prensa no hizo. Hay otro factor, y es que durante la Transición, los medios de referencia de nuevo espíritu democrático se crean fundamentalmente en Madrid.

P ¿Su pronóstico?

R Mi optimismo pasa por lo que todo el mundo dice que está condenado a muerte, por la prensa. Y si me apuras, por la prensa en papel. Claro que la prensa en papel convive y convivirá con el mundo digital.

P ¿Un periódico distinto?

R El periodismo está extremadamente polarizado y sin pluralismo interno.

P ¿Me lo explica?

R En el New York Times o The Guardian encuentras opiniones próximas a los conservadores, laboristas, o liberales dentro del mismo periódico, porque consideran que el lector sacará su conclusión, con una condición, que los hechos son los hechos, tratados de forma escrupulosa. Esa es la salida de nuestra prensa. El primer periódico que descubra el pluralismo interno, que la calidad es posible, dará una auténtica campanada, porque hay muchos lectores potenciales huérfanos.

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