El curso 2017-2018 es especial para la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. Celebra los 250 años de su fundación. El 14 de febrero de 1768 el rey Carlos III creó en València la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, institución académica, que desde su fundación, impartió las enseñanzas de las tres Nobles Artes: Pintura, Escultura y Arquitectura.

El nombramiento de Antonio López, el pintor español vivo más valorado, como Académico de Honor en el acto de apertura del curso, indica el esmero que la Junta de Gobierno que preside Manuel Muñoz Ibáñez ha puesto para la conmemoración. Unos actos que pretenden reivindicar el legado artístico y la influencia cultura que siempre ha ejercido San Carlos en la historia de València.

La presencia de López rejuveneció el Salón de Actos de la institución, con muchos estudiantes de Bellas Artes atraídos por la figura del pintor manchego. Ocasión que el presidente de la Academia aprovechó para ganarse al público.

"Como nos ocurre a todos los presentes -discursó Muñoz Ibáñez-, hace mucho tiempo que conozco la obra de Antonio López y que también me pregunto por sus claves secretas, para disfrutarla más". Así, ante la mirada atenta del pintor, el presidente de la Academia explicó que la primera sensación que le produjo la obra de López fue la de estar realizada por "un hombre prodigioso". Y mencionó las secuencias de la película El sol del membrillo de Victor Erice para entender la naturalidad de la obra del artista, que en su opinión, "nos conducen de la mano hacia una sensación de calma".

"La obra de Antonio López nos vincula con experiencias que hemos cobijado y que en modo alguno queremos relegar, porque están arraigadas en nuestro imaginario, de tal suerte, que si definitivamente las pudiésemos perdes, correríamos el riesgo de no poder sobrevivir", concluyó Muñoz Ibáñez, ante la sensación de agradecimiento del pintor, gratamente complacido.

La Academia de San Carlos posee uno de los mejores fondos artísticos de València, con una histórica actividad cultural que hacen de la institución uno de los referentes más activos en 250 años. Con ocasión del aniversario ha preparado exposiciones, conferencias y libros para un curso irrepetible.

De la Universitat al Carme, para acabar en San Pío V

Desde sus inicios hasta 1846, la Real Academia de San Carlos tuvo las facultades para expedir títulos de Arquitecto y de Maestro de Obras, y desde 1789 hasta 1860 ejercía además el control de la arquitectura pública y religiosa, mediante su "Junta de Comisión de Arquitectura", en todo el ámbito valenciano.

Desde su fundación la Academia estuvo en el Estudi General de la Universitat y en 1850 se trasladó al desamortizado Convento del Carme, en el que desde 1837 se venía configurando lo que más tarde sería el «Museo de Pinturas de Valencia». En 1946, tanto la Academia como el Museo de Bellas Artes se trasladaron al Palacio de San Pío V, donde permanecen desde entonces. J.c.M. valència