El artista Rablaci (acrónimo de Rafael Blasco Císcar) se acogió ayer a su derecho a no declarar en la primera citación como imputado en el Caso IVAM, desde que la jueza Nuria Soler decidiera investigarlo. El hijo de Consuelo Císcar y Rafael Blasco supuestamente se habría beneficiado de la estructura del IVAM, cuando era dirigido por su progenitora entre 2004 y 2014, para promocionar su carrera artística. Así lo reflejan los informes de la unidad de delincuencia económica y fiscal (UDEF) de la Policía Nacional de València aportados a la causa, en los que se plantea las evidentes sospechas de que «Consuelo Císcar habría utilizado su cargo como directora gerente del IVAM para favorecer la carrera profesional de su hijo».

Tras analizar multitud de correos electrónicos del IVAM, los agentes concluyeron -en un informe aportado a la causa el pasado mes de marzo- que «bajo la dirección de Consuelo Císcar operaba de forma paralela un grupo de personas al efecto de desarrollar la carrera artística de Rablaci, aprovechando la infraestructura y contactos del IVAM». Una organización que, según la policía judicial, estaría formada por Raquel Gutiérrez (subdirectora general técnico-artística), Maria Ángeles Valiente (exjefa del departamento de Desarrollo), el periodista Jorge Reyes (técnico de acción exterior), Norberto Martínez (exsubdirector de Publicaciones) y Maria Pilar Mundina (asistente personal de Císcar).

Rablaci también debía responder sobre cómo pagó a las empresas que transportaron sus obras de arte para ser expuestas en museos de Japón, China, Ecuador y Cuba en 2009 y 2010. Sin embargo, por consejo de su abogada guardó silencio.