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Carta de Negrín a Stalin

Informa a su homólogo ruso sobre la Guerra Civil y los apoyos internacionales

BARCELONA, 11 XI 38. AL SECRETARIO GENERAL DEL E. DEL P.C.J. Stalin -Moscú-

Mi insigne Camarada y gran Amigo: La marcha de nuestra lucha en España y la situación internacional presente, me mueven a escribirle por considerar que las decisiones y medidas que en estos instantes se adopten tendrán consecuencias definitivas, no solo sobre nuestra contienda sino en el devenir de la política europea y mundial en tiempos próximos.

Por esta razón, y por otras de tanta monta, hubiera querido concertar una entrevista reservada con Ud. pero las circunstancias no permiten el alejarse por varios días de mi país.

Los intermediarios, que en alguna ocasión he aprovechado, valiéndome de nuestro camarada Pascua, o indirectamente por medio de los representantes acreditados de la U.R.S.S cerca de mi Gobierno es difícil que en ciertas cuestiones sepan hacer llegar a Ud. la expresión fiel de mis ideas.

Esto motiva el que le dirija estas líneas, y me permito hacerlo en español sabedor de que existen ahí perfectos traductores de mi idioma porque me siento así más seguro de matizar mejor mi pensamiento.

Antes de entrar en materia quiero significar a Ud. que sé perfectamente que en la Unión Soviética en el Pueblo y en sus Dirigentes contamos con excelentes amigos. Pero sé además que entre todos figura Ud. en lugar preeminente. Yo quiero frenar mi pluma y no decir nada que pueda parecer halago a su persona o signo de reconocimiento surgidos, uno y otro, de una gratitud bien motivada. Mas no puedo callar que sin el interés que Ud. ha puesto en nuestra lucha hace ya mucho tiempo que habríamos sucumbido y que el porvenir y la suerte de la Libertad y de la Democracia y con ellas de mi Patria se habría ya jugado y perdido irremisiblemente.

La convicción de que nuestra causa la siente Ud. como propia, me anima hablarle con sinceridad y franqueza, en la certidumbre de que dentro del terreno estrictamente confidencial e íntimo en que, con sentimientos de camaradería y amistad, me produzco, sabrá disculpar lo que pudiera en otro casoparecer un entrometimiento o una incorreción.

Situación internacional

Es hoy España el último baluarte que queda para que la pugna entre los países democráticos y los totalitarios pueda resolverse sin llegar a una guerra o sin capitulaciones sucesivas y vergonzosas aún peores que la guerra.

Si en España fuéramos derrotados dudo que el verano de 1939 transcurra sin estallar un conflicto general. A no ser que Francia e Inglaterra estén dispuestas a tolerar y transigir con todas las exigencias y humillaciones del bloque nazi-fascista, prestándose así al hundimiento definitivo de estas dos potencias.

Inglaterra

La política inglesa es la clave de la conducta de Francia, y de los países europeos que oficialmente figuran como amigos nuestros con relación a España.

Desgraciadamente quien gobierna en Inglaterra es la tertulia de Cliveden, con los Astors, lord Londonderry, Garvin y tantos otros elementos completamente hostiles a España y entregados a Hitler y Mussolini.

Chamberlain es un instrumento eficaz por su tozudez, su cazurrería y su impermeabilidad al influjo de la opinión pública. El desconocimiento absoluto de los problemas internacionales y la carencia de visión de estadista no bastan para explicar los errores de Chamberlain, hombre además no oye ni entiende los consejos y asesoramientos de técnicos y expertos.

Hay en él una serie de elementos afectivos que le aferran a su posición política: 1º una simpatía por Hitler y Mussolini, que apenas sabe ocultar; 2º un profundo recelo hacía la U.R.S.S., no solo por lo que en cuanto régimen simboliza, sino como reacción ancestral de un "Tory" hacia todo país que pueda ser competidor temible de la hegemonía del mundo y, en el caso de la Unión Soviética, vecino peligroso en sus zonas de influencia en Asia; 3º una aversión hacia Francia que aprendió de su padre; 4º un marcado espíritu de clase con todos los rasgos del fabricante provinciano inglés, con mentalidad de negociante filisteo insular y una repugnancia al proletariado que se manifiesta por un odio, que le hace perder su flema británica, hacia lo que signifique comunismo, socialismo o simple liberalismo.

Estos factores pasionales condicionan la posición de Chamberlain en forma tal que posterga los intereses del Imperio, que está obligado a defender, a mezquinos y endebles intereses de "clan".

Hay en el Partido Conservador inglés, hoy rector oficial de los destinos británicos, gente que se percata de que la nación va al abismo. El caso de Eden y de Lord Cramborne, primero, de Duff Cooper, hace poco, según parece de Hore Belisha ahora, y de Churchill siempre, no son los únicos. Pero las mayorías parlamentarias votan siempre como rebaños, en Inglaterra, no por convicción o espíritu de disciplina sino por la presión de los "Whips", por compromisos personales y coacciones de los "clubs" y por la cursilería "snob" de gran parte de los típicos M. of P. que no suelen discurrir sino de prestado.

Es evidente que en el pueblo inglés se está produciendo una reacción, pero las masas son lentas en Inglaterra y su madurez política deja mucho que desear.

Los liberales arrastran poca gente, los laboristas forman un partido heterogéneo, sin nervio ni elementos de gran empuje y anquilosado por prejuicios que resisten a los martillazos de la realidad.

En cuanto a personalidades aisladas como Lloyd George, Churchill y algunos otros, cuentan sí con sectores de opinión selectos, pero políticamente de poco peso, por el instante.

Los comunistas son el horror de todos los buenos súbditos de S. M. que en su frenesí serían capaces de aliarse con el diablo para luchar contra los bolcheviques.

Añádase a todo esto que no solo la banca, la gran industria y el comercio, en resumen el capitalismo, que tanto influye en el Reino Unido, son devotos de Alemania e Italia, sino que en los círculos de la aristocracia que juegan a la política y, lo que es peor, en puestos calificados del "Civil service" se ha ido infiltrando una afición al fascismo que llega hasta los medios próximos a la Corte de Buckingham donde predomina la admiración y entregamiento completo al totalitarismo.

No se debe descuidar el influjo que el fascismo internacional ha conquistado por la propaganda, por maniobras sutiles y por toda clase de medios, cerca de algunas casas reales. La actitud de Spaak, en Bélgica yo la sospecho debida a sugestión del monarca y en Inglaterra poco han cambiado las cosas después de la abdicación forzada del rey anterior.

No se puede pues contar con un cambio radical y rápido de la política internacional inglesa y habrá que manejar hábilmente todas las incidencias que surjan en los próximos meses, para, o forzar a que cambie la actitud de Chamberlain, cada vez más aislado entre los suyos, haciendo sentir entre las clases dominantes de Inglaterra el peligro que significa su política de continuas dejaciones ante Alemania e Italia, o dejar fácil acceso a un cambio de situación política general facilitando que el movimiento de oposición surgido en el pueblo y en los partidos contra una política de concesiones y de humillaciones no se distraiga con problemas que escinden las masas y que deben quedar relegados a otros instantes más propicios.

Poco se puede hacer desde afuera en ese sentido dada la susceptibilidad comprensible con que los ingleses rechazan toda sugestión que pueda parecer injerencia, pero yo no he recatado mi opinión ante algunos amigos británicos.

Eden, Churchill, Lloyd George, quizás Harrison, pueden ser los hombres en que converja ese movimiento de opinión. Poco miporta quién sea con tal de que el hecho se produzca.

La U.R.S.S. tiene, a mi juicio, una carta de mucho peso con que jugar. Es el buscar un terreno de "entente" a base de una coincidencia de intereses en lo que respecta al problema del Extremo Oriente, en el momento actual, que preocupa hondamente a Gran Bretaña. En Europa Central, por consideraciones políticas, prefiere el Gobierno inglés la hegemonía alemana, pero en el Extremo Oriente, por consideraciones imperialistas, necesita un aliado. Es quizá la única base sobre la que se podrían lograr compensaciones, porque una actitud destemplada solo serviría hoy de pretexto al Gobierno inglés para echarse abiertamente en brazos del conglomerado italogermano.

Para España han sido Chamberlain y su "clique" los peores enemigos. De sus medios íntimos han salido los "slogans" de peor gusto que tanto daño nos han hecho. Felizmente la magnífica resistencia de nuestros soldados y de nuestro pueblo ha esterilizado su eficacia. Sin embargo en esos medios siguen deseando nuestra completa derrota. Esperan lograr un desinteresamiento de Alemania en la política española por concesiones económicas y coloniales y confían en que lograrán la retirada de Italia, después de la guerra, mediante presiones financieras simultaneadas con compensaciones territoriales. Dar por seguro que al encontrarse entonces con una España debilitada y arruinada podrán, ofreciendo un apoyo para su reconstrucción, que cobrarían usurariamente, intervenir el gobierno de España, mediatizándonos a través de una monarquía con la corona en la cabeza de un hijo del ex rey muy sometido a la influencia inglesa.

Los cálculos son absurdos. Ni Alemania renuncia a las ventajas económicas y estratégicas de tener bajo su férula una España fascista. Ni Italia se resignaría, al triunfar, a no recoger el fruto de su victoria. Ni sus promesas en ese sentido pueden inspirar confianza. Pero sobre todo el pueblo español no está dispuesto a aceptar una derrota.

Muy poco podremos hacer cerca del actual gabinete inglés. No obstante hay que reconocer que lentamente hemos ido deshaciendo muchos prejuicios que contra nosotros había.Y la firmeza del Gobierno español ha traído en jaque a la política exterior británica que ha hecho cuanto ha podido, dentro de su hipócrita disimulo, por contribuir a nuestra derrota y por acelerarla. Bien seguro que si Checoeslovaquia hubiera mostrado igual entereza ante los arteros consejos de Runciman y sus secuaces, y ante las confabulaciones de Godensberg y Munich, bien seguro que no se hubiera producido la derrota catastrófica sufrida por las democracias. Me he entretenido considerantdo la actitud inglesa porque la estimo el eje de la posición más o menos encubiertamente hostil de los países que presumen de amigos.

Francia

Tiene un gran ejercito, pero no tiene política exterior. Marcha a la deriva de Inglaterra Dividida internamente, muy trabajada y debilitada por la propaganda fascista.Sobornados muchos de sus hombres políticos en los que hoy día domina la inepcia y la debilidad.

Lebrun, el Presidente de la Republica, influye más allá de lo que la Constitución le permite y es hombre obtuso y reaccionario.

Daladier, inceciso, sus pretenciones de hombre enérgico, no tiene nada de energía y mucho de soberbia. Es uno de los hombres más desvaídos que he conocido, poco culto, sin senbibilidad política. La peor desgracia que podía caer sobre Francia es que un sujeto así la dirija en instantes tan delicados.

Bonnet, fascista 100%, ligado a muchos negocios, muy astuto, tanto como cobarde. Enemigo nuestro y de la U.R .S.S. En el fondo tan hitleriano como Flandi. Es el que ha maquinado toda la debacle checa pues es más ingenioso y hábil que Chamberlain. Daladier solo ha servido de marioneta. Los procedimientos de Bonnet son siempre tortuosos.

Blum, es hombre de buen deseo, pero sin voluntad ni penetración. Plañidera sempiterna no hace mas que quejarse que quejarse de las consecuencias de sus errores sin reconocerlos. No tiene fibra ni entusiasmo.

Herriot está dominado por su afan de contemporización y su anhelo de ser Presidente de la República. Es capaz, de sentido democratico, tiene simpatia por España y no es hostil a la U.R .S.S.

Marin, Reynaud Y Mandel son cada vez mas afectos a nuestra causa y no creo que sea dificil hacer desaparecer los prejuicios que sienten hacia la Union Sovietica.

Jeaunoney - el Presidente del Senado - es por su carácter hobmre que puede dar lugar a mucho juego, si las circunstancias le son propicias.

Hay un hombre, de Monzie, muy ambicioso, intrigante que las da de amigo nuestro, pero especula sobre los particularismos regionales españoles para intentar - en lo que coinciden bastantes franceses e ingleses de segúndo orden - que de España no quede nada o quede una Nacion muy dividida y debilitada. Si no se le vigila a él y a los que con él intrigan puede ser hombre peligroso.

En el juego politico de Francia no se puede hablar de partidos sino de hombres y estos son los que en los proximos tiempos pueden tener mas que ver con España.

El panorama no es muy halagüeño, pero yo confio en que la autoridad del Estado Mayor frances, que no puede ser ciego a los intereses de Francia; el temor ante las ambiciones desmedidas de Alemania, que hará resurgir un sentimiento de solidaridad nacional en el pueblo; y, sobre todo, las constantes torpezas de Hitler y Mussolini, harán inclinar cada vez mas a nuestro lado la opinión publica de nuestros vecinos.

Ahora va de embajador a Moscú una persona que según mis informes es débil e indeciso. Estimo que procurando un contacto permanente y tratando de imbuirle confianza no sera difícil conseguir que se desvanezcan en él y haga desaparecer el Quay d´Orsay ciertos errores y prejuicios. Pero lo que a mi juicio seria un gran acierto es el obtener una mayor compenetracion y colaboracion con los elementos mas destacados del Estado Mayor frances en los que ciertamente será imposible encontrar coincidencias politicas, pero con los que se po dra trabajar con provech o sobre un plan de intereses nacionales coincidentes.

Tengo motivos para sospechar que con gran tacto y paciencia tal cometido no seria dificil si el Gobierno sovietico lo cree digno de ser tomado en consideracion. Y la consolidación y concreción del pacto francovietico es la mejor manera de cortar las veleidades profascistas del Gobierno ingles - que cada vez se desinteresa mas de Francia - y de asegurar asi la paz de Europa.

Balcanes

Despues del hundimiento checo ya no queda a los pises occidentales mas propicios a la abnegación y al renunciamiento en aras a la victoria. Pero el hecho es que el menor pretexto sirve de motivo para empozoñar el ambiente intentando hacer creer que el gobierno esta manejado por influencias extrañas. No son ajenas a estos manejos representaciones diplomáticas y políticos extranjeros -así como españoles-. Hoy no podemos responder aun en forma adecuada porque miplicaria crear un nuevo conflicto.

Sin embargo la situacion interior no me intranquiliza y estoy seguro de que irá mejorando.

Grave es el problema que nos plantea el abastecimiento, estrechamente ligado conla situacion financiera y de la que informé a su gobierno a traves de Pascua. Sobre el particular urge llegar a acuerdos concretos, pues su demora puede ser prenicioso para el desarrollo de la guerra.

Ejército

De él le supongo a Vd conocedor. Su mejoramiento en los últimos meses ha sido considerable. Aumento de reservas, formación de cuadros, perfeccionamiento técnico todo ha ido superándose, pero más que nada sus cualidades combativas.

Ahora bien por los informes verbales que ha de transmitir el General Hidalgo de Cisneros, podrá apreciar su gobierno el carácter decisivo que la rápida resolución de la peticiones de que adjunto copias puede tener sobre el resultado de la guerra.

Para la plena eficacia para sera preciso un envio masivo y no gota a gota. Este ultimo procedimiento puede tener el inconveniente de que en un momento que hoy no se prevée, pero no pudiera producirse en unos meses, nos encontraramos con obstaculos para la llegada del material.

Hay que tener en cuenta que los rebeldes y las divisones italianas cuentan con un material aplastante y unos paises de suministro proximos e inagotables. No necesitaremos, ni seria posible, el material de que ellos dispondran, pero el mínimo para pertrechar a nuestra gente es indispensable. To do lo que aquí se gaste es un seguro contra la próxima guerra.

Satisfechas nuestras demandas será millitarmente posible derrotar a los facciosos antes de fin de la primavera. Pero es preciso no perder un momento y acumular rápidamente todo lo necesario.

En las condiciones en que está hoy el territorio leal no es posible pensar en una producción suficiente, si bien ha mejorado considerablemente todo lo referente a industrias de guerra.

No quiere terminar sin asegurar a Vd de que la reconstruccion y recuperacion de España podrá hacerse con nuetros propios medios en muy pocos años. No es este el momento de exponerle mis planes de recuperacion, pero creame Vd que con la riqueza potencial de España, con un pais unido y un gobierno dirigido por manos vigorosas es tarea facil tal empresa.

Nos encontraremos al final mas fuertes que antes. Borrados muchos obstaculos tradicionales; gentes de energia y autoridad que ha forjado la guerra; un ejercito potente y las posibilidades industriales de nuetros arenales nos permitirian no solo crear una Marina mercante y de guerra de consideracion sino proveer de ella a otros paises.

Será para muchos españoles siempre un honor el pensar que si en un momento dado hay en este extremo occidental de Europa un instrumento potente militar y naval que pueda colaborar en fines comunes de progreso humano con la U.R .S.S., lo deberemos en gran partge al aliento, colaboración y apoyo que de una manera desinteresada nos han prestado nuestros amigos sovieticos. Y entonces podremos hablar sin ambages de la contribucion noble y generosa del pueblo soviético, del sacrificio de sus hijos, y de la visión genial de los hombre de Estado que dirijen a su pais.

De un lado a otro de Europa yo le estrecho a Vd la mano, mi querido camarada Stalin, como simbolo de union y en señal de reconocimiento y gratitud.

J. Negrín

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