Las obras de arte del IVAM dejarán de ser «sardinas en lata». Así se refirió Josep Salvador -responsable de la colección del IVAM- a las obras que permanecen almacenadas en la actual cámara acorazada del museo. Lo hizo el pasado mes de agosto, cuando salió el anuncio de la adjudicación de las obras para un nuevo almacén. Tal y cómo avanzó Levante-EMV, el IVAM pretende ampliar su espacio de almacenamiento con una nueva cámara acorazada de 400 m2 que «dé oxígeno» a la colección que no se mantiene expuesta.

La obra ha sido adjudicada a Mantenimientos Integrales Turia SL por un importe de 114.908 euros. Los trabajos se llevarán a cabo en un plazo de dos meses como máximo. De hecho, el deseo del IVAM era inaugurar la nueva cámara en diciembre, aunque puede que el corte a la cinta roja se efectúe ya en 2018. El almacén, que contará con un sofisticado sistema climatizador y control de humedad, será construida en un espacio donde hasta ahora se colocaban embalajes y otros materiales. La obra era uno de los objetivos de la dirección de José Miguel G. Cortés, que ya en su nombramiento expresó la necesidad de poner en valor la colección formada por unas 11.000 obras.

El IVAM cuenta con una cámara acorazada de 2.000 m2 desde su inauguración en 1989. Algunos trabajadores informaron a este periódico de que hace años que este espacio ha llegado al límite de su capacidad. De hecho, el responsable de la colección apuntó que una de las dificultades cotidianas del personal técnico del museo es la «difícil accesibilidad» de las obras en el depósito, ya que se encuentran superpuestas, apiladas y algunas llegan a ocupar los pasillos. «Las piezas están adecuadamente catalogadas y ordenadas, sin embargo, el poco espacio con el que contamos nos obliga a apilar algunas y a superponer otras. Incluso, más de una vez, tenemos que apartar algunas obras para poder acceder a la que estamos buscando, y eso no es lo ideal, ya que cuanto menos manipulas una obra, mejor», explicó a este periódico el responsable de la colección.

El IVAM cuenta, además, con 500 m2 en una de las naves de la Generalitat a en Riba-Roja desde hace cuatro años. Pese a su corta estancia en el emplazamiento industrial, éste ya se encuentra al 90 % de su capacidad, ya que la colección del museo ha ido incrementándose durante sus casi tres décadas de historia. El IVAM guarda en estas naves obras de grandes dimensiones y piezas de materiales resistentes que no necesitan tanto de los cuidados de los conservadores. Algunas de ellas son de Richard Serra, Anthony Caro o Miquel Navarro.