Pan de lembas, huevos con panceta, guiso de conejos... J. R. R. Tolkien hizo innumerables menciones a la comida en sus novelas. El Silmarillion, El Hobbit o El Señor de los Anillos cuentan con casi medio centenar de platos característicos de cada una de las culturas de la Tierra Media. La nutricionista Patricia Díaz ha querido juntar gran parte de ellas en un libro, Un hobbit en la cocina (Círculo Rojo). La obra ya a sido reeditada y goza de gran fama en Argentina y en España, país donde se encuentran una de las principales promotoras de la «cultura de la Tierra Media», la Sociedad Tolkien Española.

El pasado sábado, esta nutricionista presentó el recetario en la Taverna de la Serp de Sagunt, sede de las jornadas gastronómicas en torno a la obra del escritor inglés que durarán hasta el próximo 10 de diciembre.

«Cada vez hay más gente que se interesa por esta faceta de Tolkien. Y a nivel mundial», asegura Díaz, que se inició en la obra del escritor durante su adolescencia, con la lectura de El Señor de los Anillos. «Me gustó tanto que lo releí recientemente, y me di cuenta que hacía constantes menciones a platos. Tolkien los utilizaba como recurso para tejer la cultura de cada especie fantástica. Por ejemplo, los elfos tienen las lembas, y los enanos el cram, una galleta crujiente. A los hobbits les gusta la cerveza, y a los hombres el vino», enumera. Según Díaz, Tolkien consiguió retratar cada cultura a través de la gastronomía. Aunque reconoce que el escritor no fue demasiado específico en sus escritos. «He hecho mi propia interpretación de las recetas, ya que, muchas veces, Tolkien se limitó a mencionar los platos».

De hecho, la nutricionista ha hecho su propia versión de productos tan populares como las lembas, un alimento mágico de los elfos, o de la tarta de moras, que aparece en una de las escenas de los hobbits en El Poni Pisador, la famosa taberna de la aldea de Bree.

La Mousse de Légolas

Díaz indica el fragmento de la obra de Tolkien donde aparece cada plato antes de describir su receta en su libro. Lo hace así para que el lector se vea inmerso, como ella, en el mundo tolkiano. Un hobbit en la cocina también incluye la particular receta de la cola de dragón, un plato que en la vida real está formado por hojaldre, mazapán y azúcar glaseado. También ha querido añadir platos nuevos inspirados en algunas escenas de El Señor de los Anillos. «Hay una escena en la que los protagonistas se quedan atrapados en el Paso de Caradhras a causa de la nieve. Los hobbits están totalmente atrapados, a diferencia del elfo Légolas, que es capaz de seguir avanzando por su agilidad y altura. Esta capacidad suya me recordó a una mousse. Por ello, ideé la Mousse de Légolas, hecha a base de chocolate blanco», detalla.