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La Diputación descuelga sus sorollas de los despachos

La corporación incluye obras que decoraban edificios institucionales en la muestra «Memoria de la Modernitat»

La Diputación de València desea enseñar sus tesoros al público. Es por ello que la corporación provincial ha decidido «descolgar» obras que decoraban muchos de los edificios públicos valencianos para mostrarlos al gran público con una muestra itinerante, «Memoria de la Modernitat», que ahora permanece en el Museo Municipal de Alzira (MUMA) con un centenar de obras. En concreto, la Diputación sacó de despachos, pasillos y salas de reuniones unas 30 obras, muchas de ellas de Joaquín Sorolla. Hasta el momento, decoraban las paredes del Palacio del Marqués de la Scala (sede de la Diputación) o el Palau de la Generalitat (sede de Presidencia).

El propio presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, descolgó varias obras de su despacho, el que un dia ocupó el expresidente de la corporación Alfonso Rus, que contaba con obras de Joaquín Michavila, Miró o Sorolla.

Tal y como indican fuentes de la Diputación, la intención de la entidad es mostrar «sus tesoros» al público valenciano, y no reservar estas piezas de gran valor a un pequeño grupo como había ocurrido hasta la fecha. «Nuestra intención es democratizar el arte para acercar las instituciones valenianas a la ciudadanía», ha asegurado Jorge Rodríguez.

La exposición «Memoria de la Modernitat» trata de dar una visión amplia de la historia pictórica de la Comunitat Valenciana hasta la actualidad, con obras de Sorolla, Pinazo, Benlliure, Carmen Calvo, Miquel Navarro o Equipo Crónica. En concreto, la muestra ha reunido obras como El xiquet de la bola o El Palleter declarant la guerra a Napoleó, de Sorolla; El rei En Jaume lliura l´espasa al seu fill, de Ignacio Pinazo Camerlench; Escola de Paris, de Equipo Crónica; Escriptura, de Carmen Calvo; o El Tribunal de les Aigües, de Bernardo Ferrándiz. Esta última obra no se exponía desde hace varias décadas, ya que se encontraba en el Palau de la Generalitat.

La obra, más allá de la escena costumbrista, reivindica la cultura del regadío en Valencia y sus pueblos. La exposición viajará hasta marzo de 2018 por localidades como Gandia, Ontinyent, Sagunt y Torrent, y ya ha reunido a cientos de visitantes tanto en Requena como en Alzira.

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