Tomás Llorens (Almassora, 1936) asegura que el cariño por Joaquín Sorolla no es una exclusiva de los valencianos. "Es popular allá dónde se expone". Pero sí echa de menos que València tenga una buena muestra del artista expuesta al público de forma permanente.
P ¿Por qué València no tiene un Museo Sorolla?
R València debería tener una buena representación del pintor. Eso no pasa necesariamente por tener un Museo Sorolla, hay quizá otras alternativas.
P El San Pío V tiene una sala dedicada a Sorolla pero no es demasiado conocida ni tiene mucha afluencia.
R El problema principal es la situación en la que se encuentra el San Pío V. El problema general de los museos en València es que están mal dotados económicamente. Antes que crear un nuevo museo, habría que atender y financiar adecuadamente los museos que ya hay. El de Bellas Artes es el museo principal de València y es donde le correspondería tener no una sala de Sorolla, sino muchísimas más. En València lo que hay expuesto al público y explicado museísticamente de la obra de Sorolla es mucho menos de lo que podría haber.
P Es decir, usted apostaría por ampliar la actual muestra del San Pío V.
R Exactamente. El IVAM, por ejemplo, tiene una dedicación especial a Julio González. La dedicación a Sorolla que podría haber en el San Pío V debería ser más intensiva. Este museo tiene la mejor colección de España y una de las mejores europeas, de pintura gótica. Su otro gran atractivo podría ser Sorolla. Naturalmente, debería reunir muchísimos más cuadros de los que tiene.
P Entre instituciones y manos privadas, se calculan en València unos 140 cuadros. ¿Serían suficientes para esa muestra?
R En número quizá sí, pero hay dos problemas. El primero, la calidad de las pinturas, porque puede ser un cuadro de Sorolla pero puede ser un mal cuadro. No sé si esos 140 tienen la calidad que se puede pedir para estar expuestos en un museo de un modo permanente. El otro problema está en que no cuentan lo que ha sido la pintura de Sorolla desde el principo hasta el final. Hay grandes huecos en las colecciones públicas de Sorolla en València, y en particular el tipo de pintura que le ha dado más fama internacional. Hay pocos cuadros importantes de playas o de los años 1910. Dicho eso, hay muy buenos cuadros, como Triste herencia, que lo tiene la fundación Bancaja y es importantísimo; o Pescadoras valencianas, que es de la diputación pero está depositado en la Generalitat. Junto a eso hay cuadros de menor importancia y obras pequeñas como los apuntes que enviaba desde Roma, que no forman parte de lo que un museo debería enseñar de forma permanente.
P ¿La Generalitat debería invertir para cubrir esos huecos?
R Con tiempo no es una inversión excesiva. Hay mecanismos. Por ejemplo, para llenar los huecos de Picasso que había en el Reina Sofía el Estado usó la dación de obras en lugar de impuestos. La Generalitat podría plantearse permitir el pago así de algunos impuestos como el de sucesiones.
P ¿Deberían salir los sorollas de los despachos institucionales?
R Es necesario que las instituciones públicas se conciencien de que los cuadros que tienen se deben al público en primer lugar y a una buena exposición museística. Es muy importante que las obras de un mismo artista estén juntas porque el público necesita que le cuenten una historia, y para eso ha de haber suficientes cuadros juntos. No vale que estén dispersos.
P ¿Ampliar la presencia de Sorolla en el San Pío V no sería en detrimento de otras obras que hay allí?
R Hay todavía espacios poco usados. Y si hiciera falta, se podría pensar en una ampliación, por ejemplo en el convento de la Trinidad. Pero eso tendría que estudiarse, hacer un plan museográfico, y sobre todo dotar a la institución de elementos económicos, autonomía y sobre todo personal. Pero sí, hay que reunir los Sorollas dispersos en Generalitat, diputación y ayuntamientos, y si se puede los de las colecciones privadas, dinamizar todo eso, y hacer un plan.
P ¿Que supondría a la ciudad reunir en un museo toda esa obra de Sorolla?
R Al San Pío V le supondría alcanzar el medio millón de visitantes, o más, al año. E incluso más si el turismo continúa aumentando. Pero para ello es necesario que sea considerado como un servicio público llevado por profesionales.
P En ese caso, ¿sería conveniente modificar el nombre al San Pío V para destacar la presencia de Sorolla?
R Podría ser una buena operación, igual que el IVAM tiene un centro Julio González.
P ¿Por qué las exposiciones temporales de Sorolla tienen tanto éxito y, en cambio, la colección permanente del San Pío V es tan poco visitada?
R Porque el museo no ha mantenido, excepto de un modo muy puntual, una actividad. El público va a los museos no por lo que tienen sino por su actividad. Eso lo tienen que hacer los profesionales, y los políticos tienen que dejarles.
P ¿Por qué Sorolla es más popular en València que otros artistas?
R Sorolla es popular en cualquier lugar en el que se expone. En Madrid está aumentando muchísimo los visitantes a su museo, las exposiciones temporales en Munich o en Paris han sido un éxito. En la National Gallery de Londres se va a hacer una porque el director piensa que llevará mucho público.
