La institución valenciana que a día de hoy cuenta con más obras de Joaquín Sorolla, el Museo de Bellas Artes de València, vería con buenos ojos que un hipotético museo en torno a la figura del pintor valenciano se ubicara en la zona marítima.
Así lo explica el director de la pinacoteca, José Ignacio Casar Pinazo, a Levante-EMV. "Creo que en este momento cualquier ubicación debe ser tan inteligente como Bombas Gens", señala Casar Pinazo, quien destaca que "no es necesario seguir apostando por el centro histórico; cualquier ubicación de cualquier institución cultural potente debe tener una apuesta por generar ciudad", matiza, al tiempo que aplaudiría ubicaciones que "mejoraran los entornos". "Una posible institución Sorolla cerca del mar no me parecería mal", afirma Casar Pinazo.
Sin embargo, Casar Pinazo plantea como primera reflexión la conveniencia o no de crear una institución Sorolla en la ciudad. En esta línea, destaca que los primeros que han de abundar y respaldar el proyecto son las instituciones públicas, "los responsables de las políticas culturales".
Tanto Casar Pinazo como el conservador del museo, David Gimilio, se muestran de acuerdo en que la puesta en marcha de un museo Sorolla en València debe contar, además, con el respaldo de la Casa Museo del artista en Madrid."Quien tiene que apostar de una manera clara es la Fundación Sorolla, sin ellos podemos estar haciendo todos los cantos al sol que nos parezca", apunta Casar Pinazo. "Entenderíamos una casa museo en València, aunque ya exista una en Madrid porque fue Clotilde [esposa de Joaquín Sorolla] quien lo decidió", señalan ambos.
Respecto a las 150 obras de Sorolla que los expertos calculan que hay en València, Casar Pinazo y Gimilio señalan que aún serían necesarias las "más representativas" del pintor, "las que la gente quiere ver". Director y conservador pusieron como ejemplo que Málaga cuenta con una filial del Museo Estatal Ruso. Igual ocurre con el Louvre de Abu Dhabi. "Son centros museísticos importantes, con gran colección, que quieren crear una sede en otra ciudad".
De ahí, que ambos consideren que la Casa Museo Sorolla de Madrid pueda hacer "lo mismo con sus fondos, que son numerosísimos". Siempre, señalan ambos, bajo el amparo del patronato, Ministerio o Generalitat. Ello no es óbice, dicen para que otras instituciones públicas o privadas quieran y puedan participar.
Ellos mismos apuntan a que el Bellas Artes colaboraría en la medida de sus posibilidades a ese futuro museo Sorolla, "aunque no creemos que deba surgir a costa del Museo de Bellas Artes", matizan. Recuerdan que las obras de la sala Sorolla del museo son las mismas que podían verse cuando no existía la sala como tal. "No se hizo una sala con los cuadros de la Casa Museo", dicen. "La marca Sorolla tiene que renovarse para que no se agote", insisten.
Al mismo tiempo, recuerdan que "tras la Casa Museo y El Prado somos el principal referente de Sorolla en España", apuntan. "El problema es que los retratos que tenemos no son lo que la gente más demanda. Lo que más pide el púbico está en la Casa Museo. Ellos son los que deben decidir si invierten o no en València".
La "rentabilidad" de Sorolla
Respecto a la "rentabilidad" de la marca Sorolla, Casar Pinazo apunta a la "dimensión internacional" del pintor "más allá de la playa". "¿Podríamos rentabilizar más a Sorolla? Sí, si tuviéramos más obra", expone.
A pesar de todo, prefiere Casar Pinazo hablar de "rentabilidad" en otros términos. En los que mide "la labor educativa del museo, que hace comprender la historia del arte y enseña a la sociedad qué ha creado ese tipo de arte".
