Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pintor valenciano

"La Fundación Bancaja debería impulsar una institución para exponer y estudiar a Sorolla"

Felipe Garín, exdirector del Prado y del Consorci de Museus, propone el centro cultural de Tetuán para mostrar la obra del pintor

"La Fundación Bancaja debería impulsar una institución para exponer y estudiar a Sorolla"

Director gerente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, presidente de la Sociedad Estatal de Acción Cultural Exterior de España; director de la Real Academia de España y del Instituto Cervantes de Roma; director del Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales; director del Museo del Prado y del de Bellas Artes San Pío V de València, director del Museo Nacional de Cerámica González Martí... El currículum (que ni mucho menos se acaba ahí) del ahora jubilado Felipe Garín Llombart da una idea de por qué este catedrático está considerado como uno de los mayores expertos de España en Historia del Arte.

Pero ese currículum también tiene zonas que no se ven, méritos no escritos y que él guarda para el final de la conversación y con la grabadora apagada. Garín fue uno de los primeros críticos que defendió la obra de Joaquín Sorolla en una época (los años 60) en la que todavía pesaba sobre el pintor valenciano la condena impuesta por la Generación del 98, un desprecio que muchos años después seguía marginándolo en los libros de historia.

Además de escribir varios estudios sobre el pintor, Garín fue el comisario de aquella exposición sobre «La visión de España» a partir de la colección de la Hispanic Society of America de Nueva York (de la que él es consejero), que llenó durante meses la Fundación Bancaja. En este mismo edificio se expone ahora y hasta el 19 de marzo la muestra «Sorolla. Un jardín para pintar», y allí es donde Garín propone la creación de «una institución que estudie a Sorolla, su contexto y su entorno pictórico, y que tenga cuadros para exponer permanente o cíclicamente».

«Yo no soy partidario de un Museo Sorolla en València, porque creo que los museos monográficos son difíciles de mantener, frágiles en su continuidad, y que el público valenciano no es fiable una vez se acabe el público foráneo, como demuestra por ejemplo el Museo Benlliure», aseveraba ayer Garín en declaraciones a Levante-EMV. «Pero en València hay algunos cuadros muy importantes -recordaba a continuación-. Está Triste herencia, que es clave en su pintura; El pan de la vida, que es uno de sus pocos cuadros religiosos; La familia, que es esencial en su producción; los espléndidos que manda a la Diputación durante su pensionado en Roma, como el del Padre Jofré o el Palleter... Con todo eso se podría hacer un museo. Pero es mucho mejor hacer una institución que estudie a Sorolla, su contexto y su entorno pictórico, y que tenga cuadros para exponer permanente o cíclicamente. Y eso en València lo puede y lo debe hacer la Fundación Bancaja en su Centro Cultural. Pero empezando por los cimientos: crear la institución y buscar gente (no hace falta tanta) que estudie a Sorolla y su entorno».

Para el experto, el impulso de esta institución lo debe dar la Fundación Bancaja «porque tiene salas, tiene medios, tiene experiencia y tiene cuadros». Pero también apuesta por la colaboración de las instituciones públicas a nivel económico y en la cesión «permanente o cíclica» de las pinturas de Sorolla repartidas en los despachos de las administraciones. «Es una cuestión política y cultural, de sentarse en la mesa para hacer algo serio, y algo serio es una institución donde se estudie a Sorolla y su entorno, la rica escuela valenciana y española del siglo XIX y XX y que complemente el rico patrimonio de los otros museos de la ciudad como el San Pio V o el IVAM».

Compartir el artículo

stats