El Gran Fele también estuvo a punto de ser un circo con animales. Ayer, ante un gran tigre agazapado en una furgoneta, lo recordaba Rafael Pla, director de la compañía, en la presentación de «Orient Express», el espectáculo que estrenarán estas navidades en La Rambleta: «Fui a comprar una serpiente para el circo y cuando le pregunté al vendedor qué comía, me dijo que potitos de bebé. ´Se moriría pronto pero tendría la piel más brillante´, me dijo. ´Después te compras otra, que total cuestan 5.000 pesetas´. Entonces me pregunté si quería comprarme un animal para condenarlo a muerte. Los animales me gustan lo suficiente para no querer matarlos».

Desde entonces, el Gran Fele es conocido por dos cosas: ser el circo decano de los que ofrecen espectáculo en València, y ser el primero en renunciar a la presencia de animales en sus funciones. De hecho, el gran tigre que ayer esperaba agazapado en una furgoneta durante la presentación en la plaza del Ayuntamiento de València de «Orient Express» no deja de ser una gran marioneta creada por Edu Borja y accionada por los miembros de la compañía.

Del 23 al 7 de enero, «Orient Express» hará viajar a niños y grandes de Costantinopla a Pekín a través de tres historias: una de amor, una de misterio y una de «como no usar animales como divertimento», según resumía el director del espectáculo. «Nuestra intención no es hacer pedagogía sino plasmar lo que le ocurre a los animales cuando los sacas de su hábitat natural. Después no puedes devolverlos al lugar del que vienen».

Rafael Pla también recordó que los circos no son los únicos que encierran animales salvajes para ofrecer un espectáculo. «Hay parques y bioparques que también lo hacen», asevero.