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Arcos, ménsulas y sintetizadores desvergonzados

Navvier y Salfvman cabalgan entre los 80 y el siglo XXI en el Centre del Carme

Arcos, ménsulas y sintetizadores desvergonzados

El jueves por la noche el claustro gótico del Centre del Carme se convirtió en un lugar difícil de situar en el tiempo. En un escenario construido entre los siglos XIV y XV dos bandas del siglo XXI hicieron música a medio camino entre la actualidad y la década de los 80. Incluso una de ellas (Navvier) le echó a la cosa unas gotas de espíritu entre barroco y clásico, que en cuestiones musicales se sitúa más cerca del siglo XVIII que del XVII. En fin, un mondongo temporal rematado con chupitos de licor de imagen moderna y sabor viejuno, y cierto aroma a costo noventero.

El de Salfvman y Navvier fue el primero de los dos conciertos que organiza el festival La Cabina. Salfvman, la banda de Sandra Rapulp, propuso una actuación de corte sosegado, casi chill out por momentos. Y, pese a eso, los sintetizadores y pistas pregrabadas empujadas por el bajo y la batería transmitían la tensión y fiereza justas para no quedarse amodorrado. Después aparecieron Navvier, que comparten un desvergonzado amor por el pop de sintetizadores de los 80 (en su caso, más Stranglers que Mecano) con la grandilocuencia analógica de unos Muse encerrados en una habitación. Aunque la cosa explicada así pueda darles miedo, no se engañen: las canciones de Navvier tienen un gancho del que no te puedes desprender hasta que no concluye su última canción

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