La Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, se manifestó ayer, diez días después que Levante-EMV revelará las intenciones de convertir el Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVIM) en una subsede del IVAM. Una iniciativa que ha sido bien acogida en el entorno artístico valenciano, pero que cuenta con la oposición frontal del director del centro multiusos de la Diputación de València, Rafael Company. Por eso, la conselleria que dirige Vicent Marzà, impulsora del proyecto, aclara el posible cambio de titularidad con un guiño a los responsables culturales de la corporación provincial, también en manos de Compromís.

A través de la agencia Europa Press, Cultura considera primero al MuVIM como un proyecto «de calidad» y «un activo muy importante dentro del circuito» museístico, para después anunciar que «cualquier cambio en el panorama actual» no significará «nunca una disminución de la oferta de calidad», sino que servirá para mejorarla.

Una puerta abierta a que el centro cultural de la Diputación se transfiera a la Generalitat para convertirse en una subsede del IVAM, una operación que el director del MuVIM, Rafael Company, calificó de «OPA hostil neoliberal por parte de un museo hermano», unas manifestaciones que el director del IVAM, José Miguel G. Cortés, esquivó con habilidad.

«La calidad del MuVIM está fuera de duda y totalmente avalada por su trayectoria y apuesta actual artística, cultural y social», indican fuentes del entorno de Marzà, para después confirmar que ha habido «reuniones de coordinación» y las seguirá habiendo entre las diferentes instituciones que hacen políticas culturales, en el caso de València, con el Ayuntamiento y la Diputación de Valencia.

Además, Cultura admite que las conversaciones entre las tres instituciones «siempre han ido en el sentido de mejorar la oferta, no disminuirla» y «en ese marco se seguirá hablando» sobre cualquier equipamiento u organismo cultural

Todo eso en contraposición con el Consell anterior, donde según dicen, las instituciones «competían entre sí», mientras ahora «razonan y colaboran» y dentro de esas vías de colaboración está la ordenación museística de València. «Cualquier cambio en el panorama actual no significará nunca una disminución de la oferta de calidad, sino una mejora para la ciudadanía y para la cultura valenciana», reiteran.