Kevin Johansen presentará su último trabajo titulado «Mis Américas, volumen ½» hoy en la sala Moon. Un disco en el que, según el artista de madre argentina y padre norteamericano, se pueden apreciar las grandes diferencias que existen en un continente tan vasto como las Américas. «Es algo que tiene que ver mucho con mis orígenes. En él se puede apreciar la variedad de lo que se escuchaba en casa. A mi madre le gustaba tocar la guitarra en los años 60, me lo inculcó desde pequeño. En este álbum se pueden ver los folclores del norte y del sur, los dos idiomas, las dos músicas», explica.

Johansen asegura que habrá una segunda parte del disco. «Tendremos el volumen ¾. El material da para mucho, ya que ha sido grabado entre Nueva York, Río de Janeiro y Buenos Aires, entre otras ciudades. Ha sido una grabación diferente en cada lugar. Los sonidos, los músicos? Nada es lo mismo. Y esa variedad está presente en el disco. Además, los invitados y los productores también le aportan diversidad», cuenta.

En el disco participan artistas como Miss Bolivia y Marcos Mundstock, de los Luthiers. «La elección de los colaboradores ha sido sencilla: por feeling y admiración. Soy tímido con mis ídolos, pero poco a poco me voy animando. He podido apreciar la humildad de los más grandes», reconoce.

El disco arranca con «Es como el día», un tema en el que canta su hija. «Que participen mis hijos en el disco es algo muy orgánico. Miranda es más grande, tiene 19 años, y ya lo ha hecho en otras ocasiones. Canta en el tema que abre el disco. Sean mis ídolos o mis hijos lo que busco es que se sientan cómodos», dice.

«Mis Américas» es también un disco heterogéneo en cuanto a contenido. «La temática tiene que ver con la celebración de la diversidad. Hay canciones como Bach-Chata (Habladurías), que habla de forma irónica de las miserias humanas, otra habla de que las personas que manejan más libertad tienen también un mayor atractivo. Es un disco social y actual compuesto de trece canciones», afirma.

Johansen ha sido comparado por la crítica con Jorge Drexler. «Es un halago, considero que la canción es un todo, sonoridad y sentido. La voz es parte de la música. A veces puede ser contado desde el punto de vista personal o desde el actoral. Me gusta interpretar diferentes papeles», expresa.

En el concierto, que se enmarca dentro de la gira Mis Américas Tour, Johansen y su banda interpretarán temas del disco nuevo, pero también del repertorio antiguo. «Estamos felices de estar allí nuevamente. Y si el público nos pide algún tema, se lo daremos. Será un concierto demagógico, en el sentido positivo de la palabra. La banda The Nada está muy engrasada, llevamos quince años juntos. Somos una familia», concluye.