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Paul Graham fraterniza con la luz en València

El fotógrafo inglés afincado en Nueva York inaugura su exposición en Bombas Gens, «La blancura de la ballena», que se puede visitar hasta mayo

Paul Graham, ayer en Bombas Gens. EFE/Kai F rsterling

«La belleza se puede encontrar en cada instante. Está en la tristeza, la alegría, la elegancia o el asombro. Mi intención es ayudar a reconocer esos momentos fugaces que constituyen el tejido de la vida», aseguró ayer Paul Graham, uno de los fotógrafos callejeros más destacados del mundo, que presentó ayer su exposición, «La blancura de la ballena», en Bombas Gens. «Intento abrir la conciencia del espectador, no agitarla», apuntó este británico afincado en Nueva York.

Graham, que recibió el Premio Hasselblad considerado el Nobel de la fotografía, estuvo acompañado ayer por Vicente Todolí, director del área de arte de la Fundació Per Amor a l'Art; Nuria Enguita, directora de Bombas Gens, y Susana Lloret, directora de la Fundació.

«La muestra es dura y tierna como la vida misma. Graham nos enfrenta a las invisibilidades a través de su cámara», aseguró la directora de la fundación que gestiona el centro de arte del barrio de Marxalenes. Lloret agradeció la «generosidad» del artista por hacer posible la exposición, mientras que Graham alabó la restauración de la antigua fábrica así como la labor de la Fundació, «que ha decidido hacer un regalo tan maravilloso a los valencianos».

La exposición, comisariada por Christopher McCall y organizada por la Pier 24 Photography de San Francisco, reúne tres series fotográficas: «Noche americana», «Un destello de posibilidad» y «El presente». Cuentan con más de 60 fotografías realizadas en EE UU desde1998 a 2011. En la exposición, el artista combina fotografías de gran formato -como ocurre en «Noche americana»- y secuencias de imágenes que tratan de poner énfasis en el trascurso del tiempo de una acción. En la serie «Noche americana», Graham ha querido innovar dejando pasar un chorro de luz que embriaga toda la imagen, haciendo imperceptibles las figuras humanas que aparecen. «Estas imágenes retan al espectador a mirar. Si quiere ver lo que hay en ella, tiene que esforzarse, pararse a mirar y a pensar», explicó el fotógrafo.

Invisibilidad y obsesión

Este artista inglés comenzó en la fotografía durante su época de universitario. Su primer trabajo versó sobre un viaje realizado a través de Reino Unido en un momento en el que «el Estado de Bienestar estaba siendo desmantelado por Margaret Thatcher», tal y como apuntó la directora de Bombas Gens, Nuria Enguita. A finales de los años 90 se trasladó a Nueva York, la gran capital de la fotografía, donde reside hasta la fecha.

En «La blancura de la ballena», Graham muestra la ruptura social y racial que existe en EE UU. «Una situación a la que la gente se ha acostumbrado», apuntó. El título de la exposición, tal y como explicó el artista en su entrevista a Levante-EMV, hace referencia a la obra de Herman Melville, Moby Dick, donde «un hombre lleva a la destrucción a su embarcación y pierde todo en busca de la ballena blanca, como Estados Unidos va en busca del capitalismo».

Vicente Todolí, por su parte, destacó de Graham su capacidad para plantearse retos y señaló que él cuenta con un estilo «literario», además del documental. Una cuestión que Graham zanjó con una frase: «Llamemos a ese estilo fotografía».

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