"Es un día complicado. Mi intención no era estar aquí hablando de (Davide) Livermore, sino en el entierro de Carles Santos (el músico de Vinaròs que falleció el lunes)". De esta forma empezó ayer por la tarde el secretario autonómico de Cultura y Deporte, Albert Girona, su comparecencia ante los medios para intentar explicar por parte de la conselleria la dimisión del intendente del Palau de les Arts. "Da la impresión de que ha habido una huida hacia adelante", aseveró.

"La tarea artística del intendente ha sido de gran calidad pero su falta de respuesta, su desacuerdo con los nuevos estatutos y su voluntad de no presentarse a concurso público ha hecho imprescindible su posible salida", aventuró Girona, quien subrayó que el escenógrafo italiano "no había sido cesado", "ha dimitido él".

Livermore "no quería presentarse a concurso", señaló también el secretario autonómico tras dar cuenta de los nuevos estatutos que última la Conselleria de Cultura para regir Les Arts y que sustituirán el puesto de "superintendente, que no existe en el espacio operístico europeo", por dos direcciones que se ocuparán por separado de la gestión del Palau y de la programación artística. Esta última dirección es la que se elegirá tras un concurso público y sus decisiones estarán controladas por un consejo asesor y supeditadas a la decisión del patronato, algo que el político asegura que Livermore "ya conocía y dijo que no iba a aceptar".

Girona también incidió especialmente en los problemas de "incompatibilidad" que generaba el contrato del intendente, y apuntó a que era él quien debería haberlos solucionado. "Lo que no puede hacer la Generalitat es cambiar la legislación para que esté contento un superintendente", advirtió, para añadir después que "nadie está por encima del marco legal vigente ni nadie está en condiciones de incumplir el Código de Buenas Prácticas".

Girona reiteró que la dimisión de Livermore no ha de suponer un problema en la gestión inmediata de Les Arts. "Ha dimitido una persona que ya había preparado la programación con dos años de antelación", indicó. "Después de 12 años en funcionamiento, el Palau tiene una estructura lo suficientemente engrasada" para seguir funcionando.

Por último, Girona contestó a las palabras del tenor Plácido Domingo, que ayer mismo advirtió del "peligro" que supone para Les Arts la marcha de Livermore. "No creo que la opinión de una persona que viene de fuera tenga más interés", declaró.