El secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, habló ayer claro sobre la dimisión la pasada semana del exintendente del Palau de les Arts, Davide Livermore. En una entrevista en el espacio «Primera Página» de 97.7 Radio Levante, Girona aseguró que Livermore «es un maestro de la puesta en escena. Ha habido una instrumentalización de la figura de Plácido Domingo», dijo el número dos de Cultura en alusión al anuncio de su renuncia, que el regista italiano presentó el pasado martes en el aula magistral del coliseo, con la presencia del tenor madrileño.

«La despedida podría haber estado conciliada conmigo. Yo podría haber estado allí y hubiera sido una despedida elegante. Y lo que hizo fue irse con asuntos que no son ciertos sobre la institución y la Generalitat», dijo Girona. El secretario autonómico se refirió así a los motivos que adujo Livermore para su salida y que señaló en la dirección de «trabas administrativas» por parte de Cultura a la hora de elegir, entre otros, los elencos de las óperas.

En opinión del secretario autonómico de Cultura, la renuncia de Livermore se debe en realidad a las incompatibilidades en su contrato que ya detectó Intervención en 2016 y que recientemente volvió a llegar al despacho de Livermore. Esas incompatibilidades no le permitían compaginar sus funciones como máximo responsable de Les Arts con sus trabajos como director de escena fuera de los muros de Calatrava.

Livermore «era consciente que había incompatibilidades. Negociamos con sus abogados y se hizo un informe con las incompatibilidades, y no es cierto que no se le haya requerido por escrito al respecto». «Tenía que aportar documentación de sus trabajos fuera, cuando no es un trabajo intelectual sino un contrato laboral para dirigir. Ahí incurre en una incompatibilidad». Al respecto, Girona señaló que desde el Consell se le instó a que presentara esa documentación y que el exintendente solo presentó «uno o dos documentos» y solo referidos a los trabajos intelectuales, según Girona.

«No es una reforma localista»

De ahí, avanzó que los nuevos estatutos prevean un «deslinde de la gerencia y lo artístico» en búsqueda de la excelencia internacional. «Es la prueba de que no es una reforma localista. El concurso va a ser el mismo que tuvo el Liceu».

En esta línea y preguntado sobre el detonante de la inesperada dimisión de Livermore, Girona señaló que «Davide se asusta del informe y dimite». Su reacción, dijo Girona fue: «como no me solucionáis el contrato, dimito... Y no, lo que tenía que hacer era cumplir el contrato, pero no para que lo interpretáramos en la dirección que él quiere. Rompe la palabra que tiene conmigo, él conocía los cambios de estatutos, se podía haber presentado al concurso [para elegir a director artístico] porque reúne las condiciones y experiencia, pero él mismo dice que no porque no está dispuesto a que le examinen». «Tiene mucho trabajo fuera y prefiere ese trabajo», indicó ayer Girona. «Él pacta conmigo estar hasta final temporada 2017-18, es decir hasta julio 2018. Lo pacta la semana anterior a su dimisión y falta a su palabra. Utiliza toda la teatralización para su relato, que no se ajusta a la realidad».

Girona aseguró que el informe («de técnicos muy serios que hablan de cómo gestionar un teatro publico», dijo Girona) llegó a manos de Livermore el viernes anterior a su dimisión y que a él mismo no le llegó hasta el lunes, es decir, un día antes de la renuncia del italiano.

Sobre la crítica que hizo el italiano respecto a que el informe no le autorizaba a contratar artistas, Girona también despejó dudas. «Hace una interpretación muy malévola y llega a una conclusión que casa con su relato pero que no es cierta. No se puede gestionar el Palau si se atiende a lo que dice intervención. El que venga seguirá contratando en plenas condiciones».

«Les Arts no cierra»

Llamativas fueron durante su despedida las palabras del ya exintendente: «Si hay una intención consciente o no de cerrar Les Arts, yo no voy a ser cómplice». A estas respondió Girona: «El Palau de les Arts no cierra, sino todo lo contrario. Les Arts tiene el respaldo institucional». En esta línea, apuntó que este impulso pasa por reformar los estatutos del coliseo, idea que llevan planeando desde hace meses y que Livermore ya conocía, avanzó. Con esta reforma, según Girona, Les Arts se acercaría al modelo del Teatro Real o el Liceu de Barcelona.

Y para tranquilizar a los amantes de la ópera Girona aseguró que «lo que se pretende es mantener la excelencia internacional del espacio y garantizar su futuro y sostenibilidad». La ópera seguirá siendo la tarea «primordial», dijo Girona con un « 90 %» de presencia. «Lo cierto -matizó- es que en los estatutos se dice que es un Palau de les Arts, aunque prioritariamente la ópera jugará un papel fundamental porque había un vacío en la C. Valenciana». «Para mí -añadió- la sostenibilidad es fundamental, hay salas que solo se ocupan tres o cuatro veces al año y que se pueden ocupar con otras actividades», explicó Girona. «Su dimisión tiene otras justificaciones mas allá de las melómanas. La gestión va a ser mejorable a través de la reforma de los estatutos», vaticinó.

Sobre la asistencia de Livermore el pasado sábado al estreno de la temporada con la ópera Don Carlo y a la que no acudieron ni él ni el conseller Marzà, Girona recordó que Francisco Potenciano, director financiero de Les Arts, «me dijo que esa misma tarde Livermore le pedía dos entradas para un palco o si se las tenía que comprar. Le dije que, por supuesto, se las diera. Él, sin embargo, dice que se compra las entradas y eso es mentira», lamentó Girona.

«Una salida honrosa»

También señaló sobre la rueda de prensa en la que anunció su dimisión (y que Livermore dijo pagar con su dinero y mostró facturas), que «si hubiera hablado con nosotros le habríamos cedido la sala para una salida honrosa».

El secretario autonómico de Cultura adelantó ayer parte de los nuevos estatutos del coliseo y que prevén la figura de un presidente de Les Arts, que «será la imagen de Les Arts, el que dé la cara». Se elegirá, dijo, «de la sociedad civil, del mundo financiero..., será una figura reconocida. Se elegirá por el patronato», concluyó Girona.