El portavoz de Cultura del PP en Les Corts, Miguel Ángel Mulet, criticó ayer que el conseller Vicent Marzà, «haya tardado más de una semana en dar la cara sobre la crisis del Palau de les Arts, y cuando lo ha hecho ha sido para corregir a su número dos, Albert Girona». Mulet lamentó a través de un comunicado que Marzà «no se pronunciara hasta ayer, ocho días después, sobre la dimisión del intendente del coliseo valenciano, Davide Livermore».

«El conseller, responsable máximo del Palau de les Arts, debía haber estado a la altura y expresar su opinión y las posibles soluciones de inmediato. Sin embargo, delegó en el secretario autonómico, Albert Girona, al que ahora ha dejado a los pies de los caballos, puesto que las declaraciones de uno y otro son radicalmente opuestas», advirtió.

Según Mulet, Girona «afirmó que el director artístico de la ópera debía ser un programador, conocedor de los programas electorales de los partidos que gobiernan, es decir, amoldarse a lo que dicte Compromís, y señaló que lo idóneo es que fuera un valenciano». Sin embargo «Marzà habló de un proyecto internacional, con un director artístico que no debe por qué seguir la filosofía del Botànic, con un sueldo abierto y con alabanzas a Domingo. Alguien no dice la verdad y si el conseller no está de acuerdo con lo que dijo Girona debería destituirlo», dijo ayer el diputado popular.

El Palau de les Arts «no puede estar sometido a los tiras y afloja de la Conselleria y de un Botánic que no le ha prestado la más mínima atención en dos años», concluyó.