Carmen Franco dejará tras de sí dos títulos nobiliarios, cargos en 21 empresas, una fortuna y el emblemático pazo de Meirás, considerado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Xunta de Galicia, y uno de los inmuebles de la familia Franco más mediáticos. El inmueble fue declarado BIC en 2011, por lo que se abrió el régimen de visitas obligatorio durante cuatro días al mes. La familia se opuso desde el principio. De hecho, el pasado mes de septiembre Xunta multó a la Fundación Francisco Franco -la que gestiona la propiedad- por incumplir el régimen de visitas al pazo.

El pasado mes de noviembre se constituyó la comisión que estudiará la incorporación del pazo de Meirás al patrimonio público. Diferentes partidos políticos y organizaciones sociales han reclamado a la familia Franco la devolución del pazo para titularidad pública, así como la ilegalización de la fundación que lleva el nombre del caudillo. Cuando acabó la Guerra Civil, una asociación afín al régimen franquista recolectó dinero entre los habitantes de la comarca de Sada -donde se ubica el pazo- y, compró la finca para entregársela a Franco y su esposa Carmen Polo, quienes lo convirtieron en su residencia veraniega.

Aunque no es la única propiedad que estima la familia Franco. Según Mariano Sánchez Soler en Los Franco, S. A, a la muerte del dictador, la familia cuenta con 22 propiedades : el pazo de Meirás, el palacio del Canto del Pico, el edificio de Hermanos Bécquer, 7 fincas y chalés en Guadalajara, Marbella, Puerta de Hierro, La Moraleja y hasta en Miami.