«Please come back» («Vuelve por favor»). Así lo pedía l'Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) en una de sus últimas exposiciones, y el público valenciano ha respondido. El museo publicó ayer su balance de asistentes de 2017, año en el que ha conseguido que 135.748 personas traspasen sus puertas a pesar de haber encarecido la entrada en 2016 (ha pasado de costar 2 euros a costar 6 euros). Lo cierto, es que el IVAM ha visto incrementar sus visitantes en un 10 % este último año, una progresión que se remonta al 2014, año a partir del cual comenzó a levantar el vuelo en términos de asistentes. En tres temporadas, el IVAM ha conseguido aumentar sus visitantes en un 80 %. En tan solo tres temporadas expositivas.

Lo ha logrado gracias a una programación que ha abarcado tanto talleres lúdicos como exposiciones, y que ha mantenido un fuerte vínculo con las redes sociales. De hecho, el IVAM ya acumula más de 60.000 seguidores en páginas como Facebook, Twitter e Instagram.

La asistencia de público a museos de arte contemporáneo ha mantenido una tendencia ascendente en los últimos años. De hecho, el Museo Reina Sofía ha subido un 3,6 % en visitas, con un registro de 3,8 millones de asistentes en el año que acaba de finalizar. A diferencia del museo de arte contemporáneo, las visitas al Museo del Prado disminuyeron en un 6,9 % en 2017, con un registro de 2,8 millones de visitantes. Este «mal dato» es realidad su segunda mejor cifra en los últimos años.

Los números de afluencia siempre han estado envueltos de duda y/o polémica. Sobre todo cuando hablamos del IVAM. El museo de arte moderno llegó incluso a ocupar el sexto lugar del ránquing anual de los museos de arte contemporáneo más visitados del mundo de The Economist con unas cifras que rebasaban el millón de asistentes. Según datos facilitados por el propio museo en 2012 y 2013 -entonces dirigido por Consuelo Císcar-, el IVAM fue visitado por más de 1,1 millones de personas los dos años. Pero en realidad, estas cifras se reducían a 98.176 visitantes en 2012 y 85.000 en 2013. Un año después, en 2014, el museo registró aún menos público. Solo 72.794 visitantes pasaron por las puertas del edificio de la calle Guillem de Castro. Eso sí, también contaba con el presupuesto más bajo de su historia (5,5 millones de euros), con el que solo se pudieron realizar 10 exposiciones.

Fue en 2015 cuando el museo, ya con José Miguel G. Cortés en la dirección, consiguió rebasar los 100.000 asistentes. En concreto, consiguió 107.000, una cifra que no había alcanzado desde 2007, el año que destacó por la gran afluencia de público con 127.000 visitantes.

Exposiciones mediáticas

«Anzo. Aislamiento (1967-85)»; «La eclosión de la abstracción. Línea y color en la colección del IVAM»; o «Joana Hadjithomas y Khalil Joreige» han sido algunas de las 13 muestras con más asistencia de público en 2017. Sin embargo, hay una que podrá rebasar sin problemas el registro de asistencia de estas tres exposiciones en pocos meses. Se trata de «Miró. Orden y desorden», la primera exposición que dedica el museo a Joan Miró, que se inaugurará el próximo 15 de febrero.

Los buenos datos acumulados en los últimos tres años y las buenas perspectivas de futuro - una exposición de Miró y una popularidad renovada- serán las cartas que utilizará la dirección del IVAM para defender su proyecto, el del museo que pretende acercarse a los centros contemporáneos de la lista de The Economist. Sobre todo en 2018, año en el que el museo se centrará en tomar carrerilla de cara a 2019, cuando celebrará su 30 aniversario. Será un importante hito para el IVAM, que desde la llegada de José Miguel G. Cortés ha intentado dejar atrás sus fantasmas, ahora instalados en los juzgados. La agenda de 2018 del director del museo también estará marcada por las negociaciones -abiertas de par en par- sobre la posible subsede del IVAM en el Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVIM). Esta ampliación -que cuenta con el visto bueno del museo- permitiría mantener en el edificio actual -Centro Julio González- las grandes exposiciones de arte moderno del siglo XIX y XX, mientras que llevaría al actual espacio del MuVIM las propuestas del siglo XXI.

A pesar de los aspectos atractivos de la conversión del MuVIM en el IVAM, lo cierto es que el museo de la Diputación de València duplica en visitas al de la calle Guillem de Castro, aunque con entrada gratuita. En 2016, el MuVIM registró 234.172 asistentes, un 47,4 % más que el IVAM. Una tendencia que pretende haber continuado en 2017, a la espera de la publicación de las cifras del MuVIM.