El plan museológico del Bellas Artes de València -el que marcará la líneas de su nueva etapa- sigue su curso y, si las previsiones se cumplen, podría obtener en beneplácito de todos los agentes implicados, es decir, Ministerio y Generalitat, a principios del mes de marzo.
A mediados del pasado mes de diciembre, según ha podido saber Levante-EMV, representantes de la pinacoteca de la calle San Pío V y del ministerio, así como miembros de la comisión técnica que hace seguimiento del plan, se reunieron en Madrid para abordar la situación de los documentos que regirán la estructura del museo. Estos textos han sido elaborados por el museo tras las objeciones iniciales del ministerio, que criticaba un exceso de «valencianidad» en el discurso museográfico del Bellas Artes en su plan inicial, presentado en 2016.
Según las mismas fuentes, el Ministerio ha valorado «muy positivamente» el trabajo realizado por el equipo del museo responsable de redactar y modificar el plan inicial acorde con las sugerencias del departamento de Íñigo Méndez de Vigo. Entre estos apuntes está que el antes conocido como San Pío V siga la dinámica expositiva de otras grandes pinacotecas como el Museo del Prado de Madrid. En concreto, el consejo del ministerio es que la colección permanente del museo sea más «móvil», es decir, que guarde «en el banquillo» algunas de sus piezas maestras en lugar de mostrar toda la colección de una sola vez. Ello contribuiría a que el visitante «se sorprenda» cada vez que visite al museo. Especialmente, en tiempos en los que programar exposiciones temporales requiere un mayor desembolso.
De este modo, el Museo de Bellas Artes podría exponer un númer menor de algunos de sus artistas más significativos y reservarse piezas para, incluso, combinarlas posteriormente con otros nombres del arte vinculados a la corriente artística correspondiente.
Como ha ido informado este diario, el museo lleva desde el pasado mes de octubre rehaciendo su plan museológico para obtener el visto bueno definitivo por parte del ministerio. De este modo, ya están en poder de Cultura los documentos relativos al periodo de entresiglos; el Barroco, Clasicismo y naturalismo; el periodo del siglo XVIII, así como el Gótico y Renacimiento. El Gótico, precisamente, sería uno de los puntales del plan, ya que el museo puede presumir de ser uno de los referentes de este periodo en España.
Según señala el conservador de la pinacoteca, David Gimilio, el gótico seguirá siendo la «joya» del museo. De hecho, señala que desde el Ministerio no han puesto ninguna objeción al documento presentado, así como tampoco a ninguno de los anteriormente enviados, más allá de aspectos formales. En el Gótico, concretamente, el ministerio no ha puesto reparos a la valencianidad de su contenido. «Justo en el Gótico tenemos exclusivamente arte valenciano; es difícil meter arte español o flamenco porque apenas tenemos y las que tenemos ya estaban integradas», señala Gimilio.
El conservador va más allá y defiende el periodo de mayor esplendor artísitico valenciano: «Al siglo XV valenciano hay que darle el espacio que le corresponde; fue especialmente importante porque es un momento de la cultura valenciana inigualable. Cronológicamente es casi un siglo y destaca por la plenitud de todas sus áreas. València, en ese momento, era como la República de Venecia o Génova, salvando las distancias».
