Ya hay antídoto para los ordenadores, tabletas y teléfonos móviles de medio mundo, aquejados del mayor error informático de la historia. Intel, la compañía líder en procesadores, refuerza su «sistema inmunológico» para evitar que los virus y ataques cibernéticos puedan afectar a sus microchips. Así lo ha anunciado su consejero delegado Brian Krzanich tras una semana en la que millones de aparatos se convirtieron en enfermos terminales. Para «curar» los dispositivos infectados es necesario actualizarlos y a finales de mes el problema estará solucionado, según la compañía. «Nadie ha aprovechado la brecha de seguridad para robar información», asegura Krzanich. Con estas palabras trata de calmar a los propietarios de ordenadores con un procesador Intel (la mayoría) pero también a los usuarios de Apple o Samsung cuyos teléfonos tienen microprocesadores fabricados por la firma estadounidense.

Meltdown y Spectre, como se ha llamado a los fallos, han puesto a su compañía contra las cuerdas. «Trabajamos sin descanso para solventar los problemas de seguridad», según Krzanich. «Para finales de enero esperamos que esté todo solucionado», añade. Meltdown afectó a portátiles, ordenadores de mesa y servidores de internet con microchips de Intel, desde su versión de 1995. Spectre tuvo un mayor alcance al afectar a chips en teléfonos inteligentes, tabletas y ordenadores con procesadores de Intel, ARM y AMD. Meltdown y Spectre son los nombres propios de una realidad latente: los aparatos tecnológicos de uso diario tienen grietas de seguridad. Es decir, pueden ser víctimas de un hackeo que acceda a su información. Todas las compañías han sacado rápidamente «parches urgentes» mientras se solventaba la situación pero nunca antes se comprobó si existía algún fallo de este tipo.

Krzanich ha presentado, por otra parte, novedades de la firma para este año, como un chip de computación cuántica para mejorar los procesadores.