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Espacio

La Nau será subsede de Sagunt a Escena

El espacio patrimonial del Port de Sagunt acogerá espectáculos del festival escénico en su próxima edición, después de una inversión de 400.000 euros en el inmueble - La obra «La Ciudad Factoría» reabrirá la antigua Nave de Talleres en primavera

La Nau será subsede de Sagunt a Escena

La fusión entre el Sagunt romano y el Port industrial se realizará este verano, al albor del festival Sagunt a Escena. La Nau del Port de Sagunt -antigua Nave de Talleres Generales de Altos Hornos del Mediterráneo (AHM)- será subsede del certamen escénico 9 años después de que acogiera su última obra en este espacio, ya de titularidad autonómica. La Generalitat y el Estado formalizaron el pasado jueves el acuerdo de venta por algo menos de 3,8 millones de euros, poniendo fin a más de 15 años de incertidumbres y desavenencias.

La Nau acogió Sagunt a Escena entre 2007 y 2009, y este veranó regresará al espacio para celebrar una de sus ediciones más especiales, ya que cumple 35 años. Sin embargo, puede que el certamen no reabra la nueva etapa de La Nau, sino que lo haga la obra La Ciudad Factoría, representada por la compañía de teatro local Passió per Sagunt. El ayuntamiento prevé que la obra pueda representarse en el espacio industrial en mayo o junio. Es decir, antes de Sagunt a Escena, previsto para verano. La obra, con texto de Albert Forment y bajo la dirección de Amparo Vayá, tiene un gran peso emocional para el municipio, ya que narra el nacimiento de la siderurgia en la zona, y por lo tanto, también el surgimiento del tejido poblacional del Port de Sagunt. Se estrenó con motivo del centenario de la siderurgia el pasado mes de octubre.

El consistorio también planea que La Nau se convierta en la nueva sede de Splash Sagunt, el certamen reconocido como el «festival de cómic de la Comunitat Valenciana» y que cuenta con financiación de Cultura.

Ferias y conciertos

Este antiguo edificio de 9.797 m2 está distribuido en cuatro naves paralelas con un amplio espacio diáfano que podría acoger un aforo de entre 7.000 a 8.000 personas, tal y como han explicado fuentes municipales. La intención -tanto de Cultura como del ayuntamiento- es sacar el máximo rendimiento al costoso edificio -su rehabilitación costó cerca de 30 millones de euros- mediante concesiones a iniciativas privadas para la realización de eventos, ferias, festivales o conciertos. Para ello, Cultura designará un responsable técnico que gestione el espacio, ya que se ha comprometido a llenar de programación La Nau durante todo el año.

A pesar de ello, el consistorio saguntino desea participar activamente en el programa cultural. De hecho, uno de sus objetivos es dar salida a todas las peticiones que llegan al ayuntamiento para filmar en el histórico edificio industrial. «Tenemos un patrimonio único. Las características estéticas de La Nau solo se pueden comparar a las de Matadero Madrid», explican fuentes municipales. Todavía queda pendiente una reunión entre Cultura y el consistorio para hablar sobre la cesión del espacio y la programación cultural, ya que la intención del ayuntamiento saguntino es abrir La Nau a la ciudadanía, que por fin ha recuperado este edificio, clave en la historia del Port de Sagunt.

Antes de ser escenario de rodajes cinematográficos, presentaciones de novelas gráficas o representaciones escénicas, a La Nau le tocará pasar por «chapa y pintura». El edificio requiere de pequeñas adecuaciones en baños o vestuarios, la renovación de su sistema contraincendios y reparar parte de su cubierta, con tal de solucionar el problema de goteras. Para todo ello, la conselleria baraja un presupuesto de 400.000 euros, aunque según fuentes de Cultura, la partida podría crecer. De hecho, el pasado mes de agosto barajaba un presupuesto de 300.000 euros. Por aquel entonces el ayuntamiento del municipio confiaba en que el festival de cómic pudiera realizarse en La Nau para 2018. Ahora ya han descartado esa posibilidad hasta 2019. Según fuentes municipales, el festival se celebrará como todos los años en el Casal Jove del Port de Sagunt. Su programación se presentará a principios del mes de marzo, pocas semanas antes de su celebración.

Cultura debe ahora publicar la licitación de las obras para readecuar el inmueble. Sin embargo, el consistorio se plantea reabrir el espacio con la obra La Ciudad Factoría aunque no se hayan realizado todas las «pequeñas adecuaciones», ya que «existe mucha expectación por parte de la ciudadanía».

Capitalidad cultural

La adquisición de La Nau por parte de la Generalitat es el estímulo definitivo que ha recibido ciudad para ser el eje del sector cultural y turístico valenciano este año, después de que fuera nombrada como Capital Cultural Valenciana (CCV) por la conselleria. Este título anual, creado por la institución, pretende fomentar la territorialización cultural de la C. Valenciana, y recaerá en Sagunt el próximo 25 de abril. La Nau será el espacio que simbolice esta capitalidad, ya que es uno de los enclaves culturales valencianos más costosos de su historia, junto con la Ciudad de las Artes y las Ciencias. De hecho, La Nau también iba a ser ciudad.

Construida en 1919 y ampliada en 1930, iba a ser la llamada «Ciudad de las Artes Escénicas». El proyecto se presentó en el año 2000 de mano del expresidente Eduardo Zaplana y contó con una inversión de casi 30 millones de euros. Su rehabilitación fue el inicio de una serie de gastos que también incluyeron costosas producciones teatrales que venían acompañadas de grandes estrellas de la escena, como Nuria Espert o Bigas Luna. La mediática obra Las Troyanas de Irene Papas y la Fura dels Baus, fue la producción inaugural del espacio en 2001, y contó con la escenografía de Santiago Calatrava. La producción costó más de 3 millones de euros para apenas seis representaciones. A pesar del gran desembolso, la estructura ideada por Calatrava - una pieza hidráulica iba a ser instalada a las puertas de La Nau como escultura móvil- permaneció en un lateral de La Nau, a la intemperie, durante más de un año.

El periodo de mayor esplendor del espacio se produjo entre 2001 y 2003. Sin embargo, a partir de 2010, el gasto anual de 400.000 euros para el mantenimiento del edificio fue considerado excesivo para prolongar su uso, por lo que quedó relegado a ser un simple almacén, a la espera de volver a acoger arte entre sus muros.

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