El año 2014 se le hizo muy largo a Paco Román. Tanto que prácticamente le duró hasta 2017. En ese periodo, Neuman, la banda liderada por este artista murciano que antes había estado en La Fábrica de la Luz, sacó dos discos y dio más de 300 conciertos. A cambio de eso, su nombre con las tipografías casi más altas en los carteles de los principales festivales de música del país, pero también la necesidad de parar a mitad de camino para descansar y mirar alrededor. De aquella vorágine y de la posterior reflexión nació «Chraspad», un disco grabado en el estudio de la casa de Paco en Granada y que Neuman presentará mañana viernes en la sala Jerusalem con el alcireño Paco Mira como telonero.
Tras cerrar La Fábrica de la Luz a finales de los 90 desengañado por las formas de la multinacional que impulsaba a la banda, Paco Román inició el proceso de crear Neuman como un proyecto individual cuyas canciones grababa como maqueta. No fue hasta 2008 cuando se decidió a formar una banda, y hasta 2010 cuando sacó su primer disco. «Desde el primer disco hasta hoy ha sido un sin parar de discos y conciertos. Lo que fue un proyecto íntimo y personal durante muchos años se consolidó en eso», explica a Levante-EMV.
«Chraspad» (término anglosajón para defincir los alojamientos de una sola noche) es su cuarto álbum y se publicó el pasado octubre. Desde entonces, «no pueden ser mejores noticias todo lo que ha ido ocurriendo con este disco -explica Paco-. Ha llegado al número seis en la lista de ventas y llenos de conciertos». Y no es un disco aparentemente fácil: diez canciones, algunas de hasta ocho y doce minutos y otras que no pasan de los dos, cantadas en inglés y con ese aire de estar hechas para ser escuchadas mientras uno mira al horizonte.
«Es el disco más sencillo que ha hecho Neuman hasta ahora -asegura su autor-. Un cuarto disco de un grupo te piensas que va a ser el 'OK Computer' de Radiohead, y no ha sido el caso. Es el más sencillo porque no hay ni una cuerda, ni ningún banjo, no hay orquestas ni corales como en otros discos nuestros. Quizá tiene cuestiones de luminosidad que no tiene ningún otro, al haberlo grabado en el estudio de casa, con tranquilidad. Todo ha salido muy natural, pero eso nos ha obligado a preparar mucho cada toma».
Pese a ser el disco más sencillo y más natural, el propio Paco Román reconoce que la grabación no ha sido fácil, sobre todo porque las canciones se grababan en directo tras mucho ensayo, y en cinta, lo que dificulta el proceso frente a la grabación en digital. «Esta producción la quise hacer en mi estudio, porque en un estudio externo hubiera sido impagable», reconoce el músico.
En cuanto a la composición, esas salidas interminables que le obligaron a tomar tres meses de baja por agotamiento, también le permitió imaginar las melodías que formarían el disco.
«Yo nunca escucho música porque en mi cabeza siempre rondan melodías -explica Paco Román-. Viajando me rondaban y las grababa en un móvil. Después escuchaba la melodía y no entendía lo que era. Así que ahora me grabo el bajo por un lado, para ir armonizando, y después la melodía. Muchas canciones también han nacido en una prueba de sonido antes de un concierto, cuando coges la guitarra. Si de repente hubiera tenido que parar para componer un disco, hubiera sido un mojón de disco». «Lo de sacar canciones es de las pocas cosas en la que tengo confianza en mí mismo -añade-, y sé que cuando cojo la guitarra salen canciones. El Paco creativo siempre está ahí cuando lo necesito, pero no sale estando tranquilo en casa. La casa la utilizo para otras cosas».
Ahora, la gira de «Chraspad» se la quiere tomar Neuman de otra forma. «Hacer 300 conciertos de una tacada es bastante duro. Ya no sólo son los conciertos, son los viajes, la promoción, mil cosas que tienes que ir solucionando. Han sido tres años muy duros y tuvimos que hacer un parón a medias porque era demasiado. Quizá en este disco la gira esté más concentrada, no quiero esperar tres años sin volver a grabar».
