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Armengol descifra el Rococó

La Sala Martínez Guerrricabeitia de La Nau acoge la exposición «Parelles de Tiepolo» del artista valenciano, en la que revisa la luz y el color de la obra de Giambatista Tiepolo - «Esto (la creación artística) no se acaba nunca», asegura el pintor

Rafael Armengol (Benimodo, 1940), ayer en La Nau. fernando bustamante

La obsesión científica y pictórica en torno a la luz es el eje sobre el que pivota la obra de Rafael Armengol (Benimodo, 1940), el pintor valenciano que quedó fascinado por los secretos de la «luminosidad» cuando era un joven estudiante de la Escuela de Bellas Artes de València. Comprobó que la luz contenía los «siete colores puros», y decidió diseccionarla en cada obra.

Giambattista Tiepolo, pintor veneciano del siglo XVIII, ha sido el más reciente objeto de estudio de Armengol, que ha puesto su lupa sobre una decena de obras del italiano para la muestra «Parelles de Tiepolo», que se inaugura hoy en la Sala Martínez Guerricabeitia de La Nau. En ella, el artista de Benimodo reúne 40 obras emparejadas en las que traduce las piezas de Tiepolo en puntos y rallas. El artista reflexiona de esta manera sobre la representación de la imagen en medios impresos (puntos) y en los medios audiovisuales (rallas).

«Aquí no hay trampa ni cartón. Son pinturas», recordó el comisario de la exposición, Martí Domínguez, en relación a la minuciosidad con la que Armengol elabora sus obras. Comisario y artista estuvieron acopañados ayer por el vicerrector de Cultura de la Universitat de València, Antonio Ariño; el director de Actividades de la colección, José Pedro Martínez; y el concejal de Cultura de Algemesí, Pere Blanco, localidad a la que viajará la muestra el próximo mes de junio.

Armengol, que ingresó en la Real Academia de Bellas Artes San Carlos en 2012, ha trabajado sobre sus «parejas» durante casi 20 años, movido por el magnetismo de la obra de Tiepolo, uno de los grandes exponentes del rococó italiano que pintó algunos de los frescos del Palacio Real de Madrid por encargo de Carlos III. «Esto no se acaba nunca», aseguró el pintor en referencia a sus 60 años de carrera y sus ganas de crear en la actualidad.

«No he tenido prisa para hacer esta serie», justificó Armengol, que ha dedicado otras a pintores del Renacimiento, como Botticelli, Uccello o Mantegna.

Pese a que dedicó sus primeros años a la pintura abstracta, se introdujo a la figuración en 1966, momento en el cual inició una etapa de «perfeccionamiento» en la que trató de conseguir una técnica ideada para revelar los entresijos de la luz y la representación de la imagen. «La obra de Armengol es una inmersión en la luz, una investigación sobre la naturaleza de los colores. Su técnica artística se basa en la teoría newtoniana de los colores, en la defracción de la luz, en los siete colores puros», explicó el comisario.

El artista recordó ante los medios que, desde el inicio de su trayectoria, se preocupó por el uso del color, primero en periódicos, televisión y ordenadores y luego en su investigación en cuadros clásicos. «Él se pregunta: ¿Cómo se produce la imagen en los mass media? ¿Cómo el ojo humano capta los colores?», añadió Martí Domínguez.

Según el responsable de la Sala

Martínez Guerrricabeitia, José Pedro Martínez, el espectador «recibe una especie de bofetada» al entrar en la muestra debido al impacto de las obras de Armengol.

Las obras invadirán el claustro

El vicerrector de la UV, Antonio Ariño, anunció ayer la instalación en el claustro de La Nau de algunas de las obras de Armengol en metacrilato. De esta manera, las «parejas» de este artista llenarán de vidrieras y mosaicos de la la antigua universidad para «potenciar» el tratamiento del color del proyecto en una suerte de «armengolización», tal y como especificó Martí Domínguez.

La muestra «Parelles de Tiépolo» va acompañada, además, de la publicación de un catálogo que recoge la obra de la serie de Tiepolo y el proceso de creación, además de textos de Domínguez; Manuel Baixauli, que centra el discurso en la vida de Armengol; Antoni Furió, Vicent Josep Escartí y María Teresa Beguiristain, que profundizan en la técnica y Marisa Machí y Pau Armengol, sobre las obras originales del pintor italiano.

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