Las bravas, la sepia o el calamar no se conforman con asumir un rol destacado en las mesas de los bares españoles. Quieren ser «Patrimonio Cultural Inmaterial» por la Unesco, y lo cierto es que están a un paso de conseguirlo.

El Ministerio de Cultura ya ha iniciado el trámite para que la tradición cultural de las tapas en España sea declarada como «Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial» por considerar que es «uno de los elementos más representativos de la identidad cultural» española. Así lo destacó ayer el Boletín Oficial del Estado, que publicó el expediente para que esta consumición sea declarada como «Patrimonio Cultural Inmaterial». «Las Tapas se han convertido en uno de los elementos más representativos de la identidad no ya solo alimentaria, sino cultural de nuestro país, adquiriendo un gran reconocimiento internacional que las asocia ya de una manera indisoluble a lo español», ha publicado el BOE.

La disposición también afirma que «tapear» o «irse de pinchos» es uno de los elementos «más representativos de la imagen exterior de España» y se ha configurado como una de las costumbres «más características y populares de algunas ciudades y territorios», ya que se encuentra en toda la geografía nacional.

Por su parte, según el anexo de esta disposición que ha publicado el BOE, el Director General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, Luis Lafuente Batanero, aclara que el término 'tapa' «no siempre es el más utilizado en determinados territorios». En este sentido, Lafuente recoge otros sinónimos como «pincho» o «aperitivo». Y también aclara que hay muchas denominaciones para denominar esta costumbre, que también tiene como términos equivalentes el «ir de vinos», ir de «potes» o ir «de cañas». «Consiste -explica- en la costumbre de juntarse grupos de personas que realizan, con una temporalidad periódica o no, la visita a bares y tabernas diferentes de una misma zona y situados muy próximos entre sí, con la finalidad de consumir bebidas, básicamente vino y cerveza».

El origen de la tapa es Andalucía

Lafuente sitúa el origen de la tapa en Andalucía a finales del siglo XIX o principios del siglo XX. También aclara que para los españoles, la «tapa» es considerada como un «aperitivo» o un «complemento de la bebida», y no una comida principal, a diferencia de lo que se puede considerar en el extranjero.

Esta petición es un paso previo para que la tapa sea considerada Patrimonio inmaterial de la Humanidad por la Unesco, un reconocimiento cuyos trámites inició el ministerio en 2016 y que nació de a propuesta de la Real Academia de la Gastronomía.