Los testigos que siguen desfilando por el juzgado que investiga el Caso IVAM apuntalan los indicios recogidos por la policía y los investigadores judiciales sobre las maneras que tenía Consuelo Císcar de dirigir el museo durante los diez años que estuvo al frente (2004-2014).

Un trabajador de Logística del Arte SL, la empresa de transportes contratada por el IVAM, confirmó que esta mercantil también realizaba trabajos «personales» para Consuelo Císcar, su hijo, de nombre artístico Rablaci y otros miembros de la familia. Entre estos trabajos personales, el testigo recordó que se encargaban de llevar a la madre de Consuelo Císcar a la peluquería, transportar obras de arte a donde requiriera la actual vocal del Consell Valencià de Cultura (CVC). En las instalaciones de Logística del Arte en Bétera también se custodiaban numerosas obras de Rablaci, acrónimo de Rafael Blasco Císcar, investigado también en esta causa.

El trabajador confirmó que todos estos trabajos no eran abonados por los beneficiados, aunque también admitió que se podrían abonar y que él no se enterara, aunque dudó de esta última posibilidad.

Este mismo testigo también desveló una anécdota significativa. Durante uno de los traslados, necesitaron un carro de la compra de supermercado, por lo que la propia Císcar les entregó un euro. Cuando acabaron los trabajos la directora del IVAM les reclamó el euro que les había dado.

Cesión de obras

Otro de los trabajadores del IVAM citados ayer como testigo declaró que era habitual que la directora cediera obras suyas para las exposiciones que se organizaban en el museo (un ardid para aumentar su valor en el mercado, según consideran los investigadores) aunque no era habitual que los artistas le regalaran obras. A este trabajador sólo le constaba un regalo: la escultura que Ramón de Soto le regaló a Francisco Camps. El testigo no aportó más datos. Aunque el escultor Ramón de Soto (1942-2014), exvicepresidente del CVC y fundador y decano de la Facultad de Bellas Artes de Altea (donde estudiaron varios hijos de Císcar) hizo una exposición antológica de su obra en el IVAM, entre noviembre de 2006 y enero de 2007. La muestra «Reflexiones entre Eros y Thánatos» reunió 105 piezas del escultor valenciano y estuvo patrocinada por la constructora Begar, implicada en el pago de comisiones en la trama Gürtel de Madrid.

La tercera testigo, secretaria en el IVAM, declaró que Císcar se rodeó de su propio equipo cuando accedió a la dirección del museo. La trabajadora confirmó que entregaba los sobres con el dinero de las dietas que devolvía Císcar y, aunque nunca vio los billetes de 500 euros con los que supuestamente pagaba la exdirectora del IVAM sí supo que en contabilidad preocupaba que se pagara con estos billetes.