Escribió Dashiell Hammet en Cosecha Roja que «el dinero no es el problema. El problema son los principios». Jordi Llobregat, Santiago Álvarez y Bernardo Carrión, por contra, tienen bastante claros los principios que deben regir Valencia Negra, el festival de literatura criminal que organizan desde 2013 y que ha traído a la ciudad a escritores de la talla de Lemaitre, Phillip Kerr, Bernard Minier, Lorenzo Silva o Petros Markaris. Otra cosa es el presupuesto necesario para poner en marcha un evento como éste, capaz de convertir a la ciudad que lo celebra en el destino literario del país durante diez días. El dinero nunca es suficiente, a pesar de que sus responsables sigan «partiéndose el lomo» en busca de ayudas y de que, ante el escaso esfuerzo institucional, alguna empresa particular se alce como patrocinador principal del asunto. «Es difícil ampliar en días y en actividades, pero sí en calidad. Ese es nuestro objetivo para la VLC Negra de este año», explica Llobregat, que junto a sus compañeros ya está ultimando los detalles del evento que volverá a oscurecer la ciudad el próximo mes de mayo.
Y, en busca de esa ampliación «a lo alto», los padres de VLC Negra ya adelantan que el festival contará con «dos grandes nombres, muy muy grandes» como invitados de lujo para la edición de 2018, que tendrá lugar del 4 al 13 de mayo. «Uno de ellos -añade Llobregat-, ha preferido venir a València antes que a Barcelona Negra, según nos reconoció hace poquito Nando Cruz (novelista y comisario del festival literario barcelonés)». Pero de momento, y siguiendo el espíritu que anima tantas novelas que han devorado con avidez, los organizadores del VLC Negra no van a hacer público aún los nombres de estas dos figuras mundiales del género policiaco y de misterio que pasarán por la ciudad con motivo del certamen.
A preguntas de este periódico, sí que confirmaron que uno de los primeros autores que comparecerá en el festival será Santo Piazzese (Palermo, Italia, 1949), uno de los nombres más populares del género negro italiano gracias a su personaje Lorenzo la Marca, un profesor de universidad y detective aficionado, «ex sesentayochista culto, inteligente, refinado, irónico y consciente» (tal como lo define su creador) que llegará a València para presentar la edición en castellano de La doble vida de M. Laurent.
Sin llegar al nivel del comisario Montalbano de Andrea Camilleri, La Marca es un personaje bastante conocido en Italia como protagonista de Asesinato en el jardín botánico y de La doble vida de M. Laurent, las dos únicas novelas de Piazzese que de momento han sido editadas en España por Siruela. La primera fue escrita en 1996 y la segunda en 1998. Junto a Il soffio della valanga y Blues di mezz'autunno (que, de momento, no se han traducido en España) estas novelas forman una especie de tetralogía palermitana en la que Piazzese se muestra cercano al género negro mediterráneo que bebe de Simenon o de Montalbán con un punto intelectualoide.
En La doble vida de M. Laurent, que Piazzese vendrá a presentar a València, La Marca -una especie de alter ego cínico, atractivo y metereópata de su creador, con quien comparte el «perfil psicológico» y la profesión-, investiga la aparición de un cadáver tendido sobre una acera en Palermo. Pero como en la primera entrega de este personaje, la investigación y resolución del crimen le sirve también a Piazzese/La Marca para deambular por los sinuosos callejones de la ciudad árabe y por las avenidas arboladas de Mondello, para poner un disco de Chet Baker, volver a ver un película de Bergman o tomar un aperitivo en su terraza contemplando el atardecer sobre el mar de tejados y cúpulas.
València como destino literario
De momento el de Piazzese es el único de los autores confirmados para la VLC Negra de 2018. Sobre el resto, Jordi Llobregat, Santiago Álvarez y Bernardo Carrión (miembros del grupo literario El Cuaderno Rojo) mantiene por ahora un escrupuloso silencio. «Además de las dos grandes figuras internacionales, vendrá una decena de autores extranjeros de primera división y los mejores autores a nivel nacional», explicaba ayer Llobregat a Levante-EMV.
Para el autor de El secreto de Vesalio, la gran aportación de VLC Negra a la ciudad es «haberla convertido en un destino literario. Hemos conseguido que las editoriales vuelvan a pensar en València como un lugar al que traer a los autores para presentar sus nuevos trabajos».
Durante los diez días del evento, VLC Negra ofrecerá un centenar de actividades, entre las que predominan los encuentros con los autores invitados. Y, aunque Llobregat adelanta que para 2018 «se ha reforzado la parte literaria», esta año no faltarán las citas musicales, cinematográficas o culinarias que arropan la parte literaria del evento. «Además, queremos hacer un importante trabajo con los lectores más jóvenes, acercando el festival a institutos y clubes de lectura, haciendo mucho trabajo de base», señala Llobregat.
La organización ha querido reforzar en esta edición el equipo encargado de garantizar el desarrollo del programa con la incorporación de una red de becarios de gestión cultural, así como la ampliación de la veintena de sedes que suelen acoger las distintas actividades, aunque la Sala Russafa se mantiene como epicentro del certamen.
